The events in Louisville remind us of the need for safe spaces in times of conflict.  Churches, synagogues, and mosques are houses of prayer, worship, and faith. Sacred spaces are safe places where the way of love and nonviolence, the way of peace, the way of justice, and the way of reconciliation can be affirmed and practiced.  In deeply conflicted situations, these spaces can play a vital role in preventing escalation into upward spirals of violence. Respecting these spaces as safe places demonstrates a commitment to finding nonviolent solutions.  This can help to broker peace and change that can move a community forward, in the direction of genuine justice and eventual reconciliation.

We must ever remember Breonna Taylor, and continue to pray for her family, loved ones, and all the people of the Louisville community. We must likewise pray for America, that our divisions may cease and that we will work together to be a nation where there is liberty and justice for all. Lastly, may we all commit ourselves anew to the living the words of the prophet Micah who said, “what does the Lord require of you but to do justice, love mercy and walk humbly with your God.”

The Most Rev. Michael B. Curry
Presiding Bishop and Primate
The Episcopal Church

Espacios sagrados como lugares seguros

September 25, 2020

El obispo presidente de la Iglesia Episcopal Michael Curry ha emitido la siguiente declaración:

Los eventos en Louisville nos recuerdan la necesidad de los lugares seguros en tiempos de conflicto.  Las iglesias, sinagogas y mezquitas son casas de oración, adoración y fe. Los espacios sagrados son lugares seguros donde se puede afirmar y practicar el Camino del Amor y la no violencia, el camino de la paz, el camino de la justicia y el camino de la reconciliación.  En situaciones profundamente conflictivas, estos espacios pueden desempeñar un papel vital en prevenir que la violencia aumente en espirales ascendentes. El respetar estos espacios como lugares seguros demuestra el compromiso a encontrar soluciones no violentas.  Esto puede ayudar a negociar por la paz y por el cambio que pueda hacer que una comunidad avance en la dirección de la justicia genuina y la eventual reconciliación.

Debemos recordar a Breonna Taylor, y seguir orando por su familia, seres queridos y toda la gente de la comunidad de Louisville. También debemos orar por los Estados Unidos, para que nuestras divisiones cesen y para que trabajemos juntos para que sea una nación donde haya libertad y justicia para todos. Por último, que todos nos comprometamos de nuevo a vivir las palabras del profeta Miqueas que dijo: “¿Qué requiere de ti el Señor? Solamente hacer justicia, amar misericordia y caminar humildemente con tu Dios.”

El Rvdmo. Michael B. Curry
Obispo Presidente y Primado
La Iglesia Episcopal