Ember Day
My sisters and brothers in Christ,
Earlier this week, I wrote to let you know that I have been in conversation with members of the HOB leadership, my senior staff, and others, regarding the planned gathering next week at Camp Allen. Our discussions have been focused on developing the most appropriate way forward, given the serious and rapidly changing situation surrounding the COVID-19 virus.
In light of these conversations, I have decided to change and relocate our meeting from a physical gathering at Camp Allen to a series of virtual gatherings to be held within the currently scheduled time period. You should therefore plan not to travel to Camp Allen but hold the days for a virtual gathering of Bishops via computer.
My decision is limited to this unique context. If we were a smaller group traveling from a few locations, I might well have decided otherwise. But given what we know and what we don’t yet know about the spread of this virus, I have determined that the benefits of an in-person meeting do not clearly outweigh the potential public and personal health risks that could arise from gathering 130 people from around the U.S. and multiple other countries — who would travel through multiple airports, interact with personnel at the Camp, then travel again home.
The decision was made easier because we have an alternative way of meeting. The virtual meeting will not be perfect. The quality of in-depth community that happens when we gather face-to-face will not be possible. But some of the other core tasks that are part of our spring meeting can be engaged, and in my judgment that makes a virtual meeting worthwhile.
I will advise you of more details and logistics of this change as well as the adjusted schedule and content in the coming days. The planning team will do our best to be sensitive to the wide variation of time zones among our members. Again, specific details will be sent to you soon, but I do ask that you continue to hold open the original schedule on your calendars.
In these times of insecurity regarding healthy and safety, we turn to the One who provides peace and grace to all who seek it.
“Now may the God of peace, who brought back from the dead our Lord Jesus, the great shepherd of the sheep, by the blood of the eternal covenant, make you complete in everything good so that you may do his will, working among us that which is pleasing in his sight, through Jesus Christ, to whom be the glory forever and ever. Amen.” (Hebrews 13:20-21)
Your brother in Christ,
+Michael
Obispo Presidente hace un cambio a la Cámara de marzo de 2020
March 4, 2020
Hoy se envió la siguiente carta a la Cámara de Obispos de la Iglesia Episcopal.
4 de marzo de 2020
Día de ascuas
Mis hermanas y hermanos en Cristo,
A principios de esta semana, escribí para hacerles saber que he estado en conversación con los miembros directivos de la Cámara de Obispos, los miembros de mi personal directivo y demás, con respecto a la reunión proyectada para la próxima semana en Camp Allen. Nuestros debates se han centrado en desarrollar la forma más adecuada de proceder, dada la grave situación inconstante que rodea el virus COVID-19.
A luz de estas conversaciones, he decidido cambiar y reubicar nuestra reunión, para que ya no sea una reunión física en Camp Allen, sino que sea una serie de reuniones virtuales que se celebrarán dentro del período de tiempo programado actualmente. Por lo tanto, usted debe planear no viajar a Camp Allen, pero, aun así, debe mantener los días reservados para una reunión virtual de obispos a través de la computadora.
Mi decisión se limita a este contexto único. Si fuéramos un grupo más pequeño que viajara desde pocos lugares, bien podría haber decidido lo contrario. Pero dado lo que conocemos y lo que aún no conocemos sobre la propagación de este virus, he determinado que los beneficios de una reunión en persona no compensan claramente los posibles riesgos para la salud pública y personal que podrían surgir de la reunión de 130 personas de toda los E.E.UU. y varios países más — que viajarían a través de varios aeropuertos, interactuarían con el personal en el Campamento y luego volverían a viajar a casa.
La decisión fue más fácil porque existe otra forma alternativa para reunirnos. La reunión virtual no será perfecta. La calidad de la comunidad en profundidad que ocurre cuando nos reunimos cara a cara no será posible. Pero sí podremos participar en algunas de las otras tareas básicas que forman parte de nuestra reunión de primavera, y a mi juicio eso hace que una reunión virtual valga la pena.
Les asesoraré acerca de los detalles y logística de este cambio, así como del horario ajustado y el contenido en los próximos días. El equipo de planificación hará todo lo posible para ser sensible a la amplia variación de zonas horarias entre nuestros miembros. Una vez más, pronto recibirán los detalles específicos, pero les pido que continúen guardando el horario original en sus calendarios.
En estos tiempos de inseguridad en cuanto a la salud y la seguridad, nos dirigimos a Aquel que da paz y gracia a todos los que le busquen.
“El Dios que da la paz levantó de entre los muertos al gran Pastor de las ovejas, a nuestro Señor Jesús, por la sangre del pacto eterno. Que él los capacite en todo lo bueno para hacer su voluntad. Y que, por medio de Jesucristo, Dios cumpla en nosotros lo que le agrada. A él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.” (Hebreos 13:20-21)
Su hermano en Cristo,
+Michael