Presiding Bishop joins interfaith support letter for Global Fund
In a letter to U.S. President Joe Biden, Episcopal Church Presiding Bishop Michael Curry and other interfaith leaders highlight the urgency of ongoing support of the Global Fund to Fight AIDS, Tuberculosis and Malaria, noting that COVID-19 has slowed progress against those diseases.
The U.S. will host the Global Fund’s seventh Replenishment Conference in the second half of 2022, convening government and civic leaders, as well as leaders from the private sector and communities affected by the three most devastating infectious diseases. The international Global Fund partnership, founded in 2002, raises and invests more than $4 billion a year to support locally run programs in more than 100 countries. More than 90 percent of Global Fund resources come from government donations.
“Global Fund’s investments around the world have had tremendous impact—by its account, 44 million people are alive today because of the resources it has invested in the fight against malaria, tuberculosis, and HIV/AIDS,” said the Rev. Chuck Robertson, canon for Ministry Beyond The Episcopal Church.
In the past two decades, the number of lives lost annually to those diseases has been cut nearly in half in countries where the Global Fund operates. But COVID-19’s impact on healthcare access has devastated care responses, forcing progress against the diseases to go backward for the first time in the fund’s history.
“Many of our Episcopal/Anglican partners are at the front lines of this fight as well, and they understand the level of impact Global Fund’s resources bring to bear,” Robertson said. “It is crucial to ensure this work continues, which is why we have joined together to ask President Biden to pledge $2 billion annually for the next three-year replenishment cycle.”
Among Global Fund’s other contributions, the letter notes it is the largest provider of non-vaccine components of the COVID-19 response, including oxygen, personal protective equipment, tests, and therapeutics.
“As a communion of believers, we are grateful for U.S. contributions to the Global Fund over the years and are encouraged by its commitment to this reputable organization as we continue to live in this challenging global health landscape,” Robertson said.
El Obispo Presidente se une a una carta interreligiosa de apoyo al Fondo Mundial
En una carta al presidente de Estados Unidos Joe Biden [solo disponible en inglés], el Obispo Presidente Episcopal de la Iglesia Episcopal Michael Curry y otros líderes interreligiosos, resaltaron la urgencia de continuar apoyando el Fondo Mundial para luchar contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria [solo disponible en inglés y francés], y destacó que COVID-19 ha desacelerado el avance contra esas enfermedades.
La séptima Conferencia de Reabastecimiento del Fondo Mundial se llevará a cabo en la segunda mitad de 2022. Estados Unidos será el anfitrión de la conferencia, la que convocará tanto a líderes gubernamentales y cívicos, como a líderes del sector privado y de las comunidades afectadas por las tres enfermedades infecciosas más devastadoras. La asociación internacional del Fondo Mundial fue fundada en 2002. La organización recauda e invierte más de $ 4 mil millones al año para apoyar programas administrados de forma local en más de 100 países. Las donaciones gubernamentales representan más del 90 por ciento de los recursos que recauda el Fondo Mundial.
“El impacto de las inversiones del Fondo Mundial en todo el mundo ha sido tremendo; según su informe, 44 millones de personas están vivas hoy debido a los recursos que ha invertido en la lucha contra la malaria, la tuberculosis y el VIH / SIDA”, afirmó el reverendo Chuck Robertson, canónigo del Ministerio más allá de la Iglesia Episcopal.
En estas últimas dos décadas, el número de vidas que se pierden cada año a causa de esas enfermedades se ha reducido casi a la mitad en los países donde opera el Fondo Mundial. Sin embargo, el impacto de COVID-19 al acceso a la atención médica ha devastado las respuestas ante las enfermedades antes mencionadas. Esto ha causado que, por primera vez en la historia del Fondo, el progreso contra las enfermedades ha retrocedido en vez de avanzar.
“Muchos de nuestros socios episcopales / anglicanos también se encuentran en la primera línea de esta lucha y entienden el nivel de impacto que los recursos del Fondo Mundial representan”, comentó Robertson. “Es fundamental garantizar que el trabajo no se detenga, y es por eso que nos hemos unido para pedirle al presidente Biden que se comprometa a asignar $2 mil millones anuales para el próximo ciclo de reabastecimiento de tres años”.
La carta señala que el Fondo Mundial también hace otras contribuciones. Por ejemplo, apartando las vacunas, el Fondo es el mayor proveedor de implementos médicos de respuesta al COVID-19, entre los que se cuentan oxígeno, equipos de protección personal, pruebas y tratamientos. “Somos una comunión de creyentes y ése es el motivo por el cual nos sentimos agradecidos por las contribuciones que Estados Unidos ha entregado al Fondo Mundial a lo largo de los años. Nos alienta su compromiso con esta organización de renombre, sobre todo mientras sigamos viviendo este desafiante panorama de la salud mundial”, concluyó Robertson.