“Love came down at Christmas, because God so loved the world, that he gave,” Episcopal Church Presiding Bishop and Primate Michael Curry said in his Christmas Message 2018.
The text of the Presiding Bishop’s message follows:
Presiding Bishop Michael Curry
Christmas Message 2018
In the Third Chapter of John’s Gospel, Jesus says at one point, “God so loved the world that he gave his only begotten Son, that all who believe in him should not perish but have everlasting life.”
For years, I’ve often thought that that passage only referred to Jesus giving his life as a sacrifice on the cross. And to be sure, that is part of what it means. But some years ago I was reading a commentary by Raymond Brown, on the Gospel of John, and Professor Brown said that that passage not only speaks of Jesus willingly giving his life on the cross, but it actually speaks of Christmas, of God giving his very self, his very son to the world, not for anything God could get out of it, but for the good and the welfare and the well-being of the world. Of us.
Someone once said, in a Christmas poem, “Love came down at Christmas.” That’s what love is. To give, and not to count the cost. To give, not for what one can get, but for what the other can receive. That’s what love is. God so loved the world, that he gave.
I realized recently how powerful that passage really is, when I saw an old poster from 1938. A poster produced by the Episcopal Church at that time, to encourage Episcopalians and other Christians, and other people of faith and good will, to do whatever they could to help Jewish refugees fleeing tyranny in Europe. To help people from all over Europe seeking refuge in America, this land of freedom. The poster depicts Mary, Joseph, and the baby Jesus. They’re fleeing persecution in Palestine, as Matthew’s Gospel says. And the poster depicting Mary, Joseph, and Jesus says in the tag line, “In the name of these refugees, help all refugees.”
God so loved the world, that he gave, even to the point of risking his own son. And in the name of those refugees, in the name of that Jesus, help all refugees, all people who suffer, anyone who’s alone, everyone who is in need. That’s what love does.
Love came down at Christmas, because God so loved the world, that he gave.
In those days, a decree went out from the Emperor Augustus, that all the world should be registered. Joseph also went from the town of Nazareth in Galilee to Judea, to the city of David called Bethlehem because he was a descendent from the House of David. He went to be registered with Mary, to whom he was engaged, and who was expecting a child. While they were there, she gave birth to her first-born son, and wrapped him in bands of cloth and laid him in a manger, because there was no place for them in the inn.
Meanwhile, in that region, there were shepherds, living in the fields, keeping watch over their flock by night. Then the angel of the Lord stood above them. And the glory of the Lord shone round about them, and they were terrified. The angel said unto them, “Do not be afraid, for behold, I am bringing you good news of great joy for all people. To you is born this day, in the City of David a Savior, who is the Messiah, the Lord. This will be a sign. You will find the child wrapped in bands of cloth, lying in a manger.”
And suddenly, there was with the angels a multitude of the heavenly host, praising God and saying, “Glory to God in the highest, and peace to all people on earth.”
Have a blessed Christmas. Have a merry Christmas. Have a joyful Christmas.
God love you, God bless you, and may God hold us all in those almighty hands of love.
The Most Rev. Michael B. Curry
Presiding Bishop and Primate
The Episcopal Church
Mensaje navideño 2018 del obispo primado Curry
El amor descendió en Navidad porque Dios amó tanto al mundo, que dioDecember 18, 2018
“El amor descendió en Navidad porque Dios amó tanto al mundo que dio” el obispo presidente y primado de la Iglesia Episcopal Michael Curry dijo en su mensaje navideño 2018.
El texto del mensaje del Obispo Primado a continuación:
Mensaje navideño de 2018 del obispo primado Michel Curry
En el tercer capítulo del evangelio de Juan, Jesús dice “porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
Por muchos años, a menudo he pensado que este pasaje solo se refiere a como Jesús sacrificó su vida en la cruz. Y ciertamente eso es parte de su significado. Pero hace unos años estaba leyendo el comentario de Raymond Brown en el evangelio de Juan y el profesor Brown dijo que ese pasaje no solo habla de Jesús y la entrega voluntaria de su vida en la cruz pero que en realidad habla de los cristianos, de como Dios da su mismo ser, su propio hijo al mundo, no a cambio de lo que Él pudiese recibir sino por el bien y el bienestar del mundo. De nosotros.
Alguien dijo en un poema cristiano “El amor descendió en Navidad”. Eso es lo que es el amor. Dar sin pensar en el costo. Dar no por lo que uno puede conseguir, pero por lo que el otro puede recibir. Eso es lo que es el amor. Dios ama tanto al mundo que ha dado.
Me di cuenta recientemente lo poderoso del mensaje en ese pasaje, cuando vi un viejo póster de 1938. Un póster producido por la Iglesia Episcopal en ese tiempo para incentivar a los episcopales y a otros cristianos y a personas de fe y buena voluntad a hacer lo que podían para ayudar a los refugiados judíos que huían de la tiranía en Europa. Para que ayudaran a las personas de toda Europa que buscaban refugio en América, esta tierra de la libertad. El póster muestra a María, José y el niño Jesús huyendo de la persecución en Palestina, como narra el evangelio de Mateo. El póster que muestra a María, José y a Jesús dice en su mensaje: “En nombre de estos refugiados, ayuda a todos los refugiados”.
Dios ama tanto al mundo que dio, aun al punto de arriesgar a su propio hijo. Y en el nombre de esos refugiados, en el nombre de Jesús, de todas las personas que sufren, de todos los que están solos, todos los necesitados. Eso es lo que el hace el amor.
El amor descendió en la Navidad porque Dios ama tanto al mundo, que dio.
Por aquel tiempo, el emperador Augusto ordenó que se hiciera un censo de todo el mundo. Este primer censo fue hecho siendo Quirinio gobernador de Siria. Todos tenían que ir a inscribirse a su propio pueblo. Por esto, José salió del pueblo de Nazaret, de la región de Galilea, y se fue a Belén, en Judea, donde había nacido el rey David, porque José era descendiente de David. Fue allá a inscribirse, junto con María, su esposa, que se encontraba encinta. Y sucedió que mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo de dar a luz. Y allí nació su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales y lo acostó en el establo, porque no había alojamiento para ellos en el mesón.
Cerca de Belén había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas. De pronto se les apareció un ángel del Señor, y la gloria del Señor brilló alrededor de ellos; y tuvieron mucho miedo. Pero el ángel les dijo: “No tengan miedo, porque les traigo una buena noticia, que será motivo de gran alegría para todos: Hoy les ha nacido en el pueblo de David un salvador, que es el Mesías, el Señor. Como señal, encontrarán ustedes al niño envuelto en pañales y acostado en un establo”.
En aquel momento aparecieron, junto al ángel, muchos otros ángeles del cielo, que alababan a Dios y decían:
“¡Gloria a Dios en las alturas!
¡Y paz en la tierra entre todos los hombres que gozan de su favor!”
Que tengan una Navidad bendecida. Que tengan una Navidad feliz. Que tengan una Navidad gozosa.
Dios los ama, Dios los bendice y que Dios los mantenga en sus todopoderosas manos de amor.
El reverendísimo Michael B. Curry
Obispo Presidente y Primado
de la Iglesia Episcopal