Dear friends in Christ:
By now you are aware that last night a shooter entered St. Stephen’s Episcopal Church in Vestavia Hills, Alabama, killing two children of God and injuring a third.
Even as I write, I am on the way to the commemoration of the nine who were martyred in 2015 at Mother Emanuel AME Church in Charleston, South Carolina. The plague of gun violence in the United States affects us all, and now it has affected a congregation in The Episcopal Church.
We join together in prayer with Bishop Glenda Curry, Bishop Brian Prior, the clergy and people of St. Stephen’s, and the whole Episcopal Diocese of Alabama. I want to encourage us as a church to offer special prayers this Sunday for those affected by the shooting at St. Stephen’s—and for all victims of gun violence.
I commend to you the website of Bishops United Against Gun Violence, which has prayers, liturgical resources, and many other kinds of information.
As the prophet Isaiah wrote (41:10):
Do not fear, for I am with you,
do not be afraid, for I am your God;
I will strengthen you, I will help you,
I will uphold you with my victorious right hand.
I invite you to join me in prayer:
Eternal God of love, we know that you do not willingly inflict pain upon or grieve your children, and your dream for all is life abundant.
We come to you now in sorrow and sadness at the death and violence inflicted on our siblings of St. Stephen’s Church in Vestavia Hills, Alabama. Receive the souls of those who have died. Grant them peace in your arms of love. Be with those who are injured and suffer, those who are grieving, and those who are frightened and dispirited. Help us as a nation to find ways to bring an end to this scourge of violence, which hurts your children and our human family. Give us the strength we need, the courage we must have, and the faith in you that will see us through. All this we pray and ask in the name of the prince of peace—your son, Jesus Christ our Lord.
Amen.
The Most Rev. Michael B. Curry
Presiding Bishop and Primate
The Episcopal Church
Mensaje pastoral del obispo primado Michael Curry sobre el atentado en la iglesia de San Esteban
Queridos amigos en Cristo:
A estas alturas ya están enterados de que anoche un pistolero entró en la Iglesia Episcopal de San Esteban [St. Stephen] en Vestavia Hills, Alabama, matando a dos hijos de Dios e hiriendo a un tercero.
Mientras escribo, me dirijo a la conmemoración de los nueve que fueron martirizados [solo disponible en inglés] en 2015 en la iglesia Madre Emanuel [Mother Emanuel] de la Iglesia Metodista Episcopal Africana [AME] en Charleston, Carolina del Sur. La plaga de la violencia armada en Estados Unidos nos afecta a todos, y ahora ha afectado a una congregación de la Iglesia Episcopal.
Nos unimos en oración con la obispa Glenda Curry, el obispo Brian Prior, el clero y la congregación de San Esteban, y con toda la Diócesis Episcopal de Alabama [solo disponible en inglés]. Quiero alentarnos como Iglesia a ofrecer oraciones especiales este domingo por los afectados del atentado a tiros en San Esteban y por todas las víctimas de la violencia armada.
Les recomiendo el sitio web de Obispos Unidos Contra la Violencia Armada [solo disponible en inglés], que tiene oraciones, materiales litúrgicos [solo disponible en inglés], y muchas otras clases de información [solo disponible en inglés].
Como escribiera el profeta Isaías (41:10):
No temas, porque yo estoy contigo;
no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré;
te sostendré con mi diestra victoriosa.
Les invito a acompañarme en oración:
Eterno Dios de amor, sabemos que no infliges dolor ni afliges voluntariamente a tus hijos, y tu sueño para todos es la vida abundante.
Acudimos ante ti ahora con dolor y tristeza por la muerte y la violencia infligida a nuestros hermanos y hermanas de la Iglesia de San Esteban en Vestavia Hills, Alabama. Recibe las almas de los que han muerto. Concédeles la paz en tus brazos de amor. Sé con los heridos y con los que sufren, con los afligidos y con los que están medrosos y desanimados. Ayúdanos como nación a encontrar la manera de poner fin a este flagelo de la violencia, que afecta a tus hijos y a nuestra familia humana. Danos la fuerza que necesitamos, el coraje que debemos tener y la fe en ti que nos sostendrá. Todo esto oramos y pedimos en el nombre del príncipe de la paz, tu hijo, Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Rvdmo. Michael B. Curry
Obispo Presidente y Primado
De la Iglesia Episcopal