“I continue to be inspired by the Christians who are a small fraction of the population of most of the nations throughout the Province of Jerusalem and the Middle East,” Presiding Bishop Katharine Jefferts Schori writes in the annual Good Friday letter to all congregations asking them to consider assistance for Jerusalem and the Middle East.

“Time and again in quiet conversation with Christian leaders and in public statements and presentations I witnessed the pain of loss expressed with passion and grief by so many on account of political and social pressures and the cycles of violence which continue in Syria, Israel/Palestine, and Egypt,”  the Presiding Bishop writes. “While there was great sorrow expressed about loss, there was also great hope and expectation that peace and prosperity are possible. “

Funds collected from the Good Friday Offering are gathered and distributed to the Province of Jerusalem and the Middle East which includes the Dioceses of Jerusalem and Cyprus and the Gulf, all members of the Anglican Communion.

“I encourage you and your congregation to join in supporting our sister and brother Anglicans throughout the Province of Jerusalem and the Middle East through the Good Friday Offering,” she concludes.

Information and resources for the Good Friday Offering are available at www.episcopalchurch.org/goodfridayoffering

For more information contact the Rev. Canon Robert Edmunds, Episcopal Church Middle East Partnership Officer.

The following is the Presiding Bishop’s letter:

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Epiphany, 2014

Dear Brothers and Sisters in Christ,

I thank God for the witness of the clergy and people of The Episcopal Church as the faith we share expands hope through the various ministries of our parishes and institutions. As you read this I hope you take to heart how important your role is in bringing God’s hope and peace to those whose lives you touch.

You may be aware that the theme of our recent House of Bishops meeting in September was   Transforming Loss into New Possibilities. This theme continues to shape my prayers and thoughts of our ministry.  The Church and the world are wrestling with many losses in terms of trust, hope and opportunity as the world continues to polarize along economic, political and religious lines.  It is one thing to be comfortable at home musing over theoretical notions of transforming loss into new possibilities.  It is quite something else to stand in solidarity with people who know loss at the deepest levels and who embrace that pain and loss yet do not descend into the abyss of hatred and resentment.

I continue to be inspired by the Christians who are a small fraction of the population of most of the nations throughout the Province of Jerusalem and the Middle East.  This past May I had the privilege of participating in a conference held in Beirut, Lebanon, sponsored by the WCC and the Middle East Council of Churches, which focused on the serious challenges facing indigenous Christians throughout that region. 

Time and again in quiet conversation with Christian leaders and in public statements and presentations I witnessed the pain of loss expressed with passion and grief by so many on account of political and social pressures and the cycles of violence which continue in Syria, Israel/Palestine, and Egypt.   While there was great sorrow expressed about loss, there was also great hope and expectation that peace and prosperity are possible. 

Is it possible?  In human terms, some doubt and wonder.  In divine terms, I join our sisters and brothers of the Christian churches in the Middle East and say, “Yes, not only possible, but inevitable because it is God who has the last word.”

I encourage you and your congregation to join in supporting our sister and brother Anglicans throughout the Province of Jerusalem and the Middle East through the Good Friday Offering. Good Friday Offering materials will soon be available in English, Spanish, Chinese, and French:  www.episcopalchurch.org/goodfridayoffering.

I am deeply grateful for your solidarity with our brothers and sisters in the Province of Jerusalem and the Middle East.  

Your support of the Good Friday Offering helps transform what is loss today into tomorrow’s possibility.

I remain

Your servant in Christ,

The Most Rev. Katharine Jefferts Schori

Presiding Bishop and Primate

The Episcopal Church

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Obispa Presidente de la Iglesia Episcopal escribe a las congregaciones sobre la ofrenda del Viernes Santo para Jerusalén y el Medio Oriente

February 4, 2014

By: The Public Affairs Office

“Sigo siendo inspirada por los cristianos que son una pequeña fracción de la población de la mayoría de las naciones a través de la Provincia de Jerusalén y el Medio Oriente”, la Obispa Presidente Katharine Jefferts Schori, escribe en la carta anual del Viernes Santo a todas las congregaciones pidiéndoles considerar la asistencia para Jerusalén y el Medio Oriente.

“Una y otra vez en una conversación tranquila con líderes cristianos, y en declaraciones públicas y presentaciones fui testigo del dolor de la pérdida expresada con pasión y dolor por tantas personas a causa de las presiones políticas y sociales, y de los ciclos de violencia que continúan en Siria, Israel/Palestina y Egipto “, escribe la Obispa Presidente. “Mientras hubo un gran dolor expresado sobre la pérdida, también hubo una gran esperanza y la expectativa de que la paz y la prosperidad son posibles”.

Los fondos colectados de la Ofrenda del Viernes Santo son recogidos y distribuidos en la Provincia de Jerusalén y Medio Oriente, que incluye las diócesis de Jerusalén y Chipre y el Golfo, y todos los miembros de la Comunión Anglicana.

“Le animo a usted y a su congregación a unirse en el apoyo a nuestras hermanas y hermanos anglicanos en toda la provincia de Jerusalén y el Medio Oriente a través de la Ofrenda del Viernes Santo”, concluye.

Información y recursos para la Ofrenda del Viernes Santo están disponibles en www.episcopalchurch.org/goodfridayoffering

Para más información póngase en contacto con el Rdo. Canónigo Robert Edmunds, representante de la Alianza de la Iglesia Episcopal del Medio Oriente.

A continuación la carta de la Obispa Presidente:

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Epifanía, 2014

Queridos Hermanos y Hermanas en Cristo,

Doy gracias a Dios por el testimonio del clero y el pueblo de la Iglesia Episcopal mientras que la fe que compartimos expande esperanzas a través de los diferentes ministerios de las parroquias e instituciones. Al leer esto, espero que tome en serio la importancia de su papel en traer la esperanza y la paz de Dios a aquellos que usted toca sus vidas.

Usted puede ser consciente de que el tema de la reciente reunión de la Cámara de Obispos en septiembre fue Transformando la Pérdida en Nuevas Posibilidades. Este tema continúa dando forma a mis oraciones y pensamientos de nuestro ministerio. La Iglesia y el mundo están luchando con muchas pérdidas en términos de confianza, esperanza y la oportunidad mientras que el mundo continúa polarizando las líneas económicas, políticas y religiosas. Es una cosa sentirse cómodo en casa meditando sobre las nociones teóricas de la transformación de la pérdida en nuevas posibilidades. Y es algo bastante diferente estar en solidaridad con las personas que conocen la pérdida en los niveles más profundos y que aceptan el dolor y la pérdida pero aún no descienden al abismo de odio y resentimiento.

Sigo inspirada por los cristianos que son una pequeña fracción de la población de la mayoría de las naciones en toda la provincia de Jerusalén y el Medio Oriente. En mayo pasado tuve el privilegio de participar en una conferencia celebrada en Beirut, Líbano, patrocinado por el WCC y el Consejo de Iglesias del Medio Oriente, que se centró en los serios desafíos que enfrentan los cristianos indígenas en toda la región.

Una y otra vez en una conversación tranquila con líderes cristianos, y en declaraciones públicas y presentaciones fui testigo del dolor de la pérdida expresada con pasión y dolor por tantas personas a causa de las presiones políticas y sociales, y de los ciclos de violencia que continúan en Siria, Israel/Palestina y Egipto. Mientras hubo un gran dolor expresado sobre la pérdida, también hubo una gran esperanza y la expectativa de que la paz y la prosperidad son posibles.

¿Es posible? En términos humanos, la duda y el asombro. En términos divinos, me uno a nuestras hermanas y hermanos de las iglesias cristianas en el Medio Oriente y decir: “Sí, no sólo es posible, pero inevitable, porque es Dios quien tiene la última palabra”.

Le animo a usted y a su congregación a unirse en el apoyo a nuestra hermana y hermano anglicanos en toda la provincia de Jerusalén y el Medio Oriente a través de la ofrenda del Viernes Santo. Los materiales de la Ofrenda del Viernes pronto estarán disponibles en inglés, español, chino y francés en:  www.episcopalchurch.org/goodfridayoffering.

Estoy profundamente agradecida por su solidaridad con nuestros hermanos y hermanas de la Provincia de Jerusalén y el Medio Oriente.

Su apoyo con la Ofrenda del Viernes Santo ayuda a transformar lo que hoy es pérdida

en una posibilidad del mañana.

Permanezco

Su sierva en Cristo,

Reverendísima Katharine Jefferts Schori

Obispa Presidente y Primado

La Iglesia Episcopal