Christmas message from Presiding Bishop Katharine Jefferts Schori

Christmas message 2009

The mornings are dark, pitch black until after most of us have begun our days. The hints of dawn in the eastern sky, those streaks of rose and pink that promise more and brighter light, bring hope even in the dark mid-winter. Where do you look for that kind of hope borne on slim rays of light?

Jesus is already abroad, even in the darkness. The hungry one fed, the street people who have their feet cared for, the humble and honored guest at your dinner table — each one offers a glimpse of that dawn, if you look closely enough.

What we have waited long for, ages and eons for, has been born among us. He comes among us quietly, almost stealthily, in an obscure barn, long ago. This child holds all our hope for light. This tiny frame seems too frail to bear our yearning. Yet the nations come streaming to this light even before he is weaned. The divine has come to dwell in our midst, and God’s eternal promise of peace, restoration, and home is made flesh.

Where and how will you seek out this light of the world? In what other frail frames will light expunge darkness? The light grows with our own eager searching, light reaching out to light, divine reflection yearning for its source. May the light of Christ light your way in the darkness, may his light spread through nations besieged by war and hunger, may we continue to search out his light in the dark places of our own hearts.

The Most Rev. Katharine Jefferts Schori
Presiding Bishop
The Episcopal Church

Mensaje de Navidad de la Iglesia Episcopal Obispa Presidenta Katharine Jefferts Schori

December 7, 2009

Mensaje de Navidad 2009

Las mañanas están oscuras, muy oscuras hasta incluso después de que la mayoría de nosotros ha empezado sus días. Los indicios de la aurora en el cielo oriental, las líneas color rosa y rosado que prometen luz abundante y más brillante, traen esperanza incluso en el oscuro pleno invierno. ¿Dónde buscas esa clase de esperanza nacida en los tenues rayos de luz?

Jesús ya está en la calle, incluso en la oscuridad. Si miras con atención, verás que los hambrientos son alimentados, los sin hogar tienen los pies atendidos, los humildes y honrados invitados ya están en la mesa del banquete, cada uno ofrece un vislumbre de ese amanecer.

Lo que habíamos esperado durante tanto tiempo, durante siglos y eones de tiempo, ha nacido entre nosotros. Nace entre nosotros silenciosamente, casi a hurtadillas, en un granero oscuro, hace mucho tiempo. Este niño tiene toda nuestra esperanza de luz. Este pequeño marco parece demasiado frágil para soportar nuestros anhelos. Sin embargo, las naciones vienen corriendo hacia esta luz, incluso antes de que sea destetado. Lo divino ha venido para habitar entre nosotros, y la promesa eterna de Dios de paz, restauración y de hogar se hizo carne. 

¿Dónde y cómo vas a buscar esta luz en el mundo? ¿En qué otros frágiles marcos la luz cubrirá las tinieblas? La luz aumenta con nuestra ansiosa búsqueda, luz que anhela la luz, el divino reflejo anhelante de su origen.  Que la luz de Cristo ilumine su caminar en las tinieblas, que su luz se extienda por las naciones azotadas por la guerra y el hambre, que continuemos buscando su luz en los lugares oscuros de nuestros propios corazones.

La Reverendísima Katharine Jefferts Schori

Obispa Presidenta

Iglesia Episcopal

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