En los 39 Artículos, un documento fundacional de teología anglicana del año 1536, se dice que “la Sagrada Escritura contiene todas las cosas necesarias para la salvación”. Las Escrituras, integradas por el Antiguo y Nuevo Testamentos, así como algunos textos apócrifos, fueron escritas bajo la inspiración del Espíritu Santo.
La Biblia es de extraordinaria importancia para el culto episcopal; durante un servicio de la mañana del domingo, la congregación normalmente oirá al menos tres lecturas de las Escrituras, y gran parte de la liturgia del Libro de Oración Común se basa explícitamente en los textos bíblicos. Según el Catecismo, “Entendemos el significado de la Biblia con la ayuda del Espíritu Santo, que guía a la Iglesia en la correcta interpretación de las Escrituras” (p.746).
This page is available in: English