This page is available in: English
Sábado de Pascua
La Colecta:
Te damos gracias, Padre celestial, porque nos has librado del poder del pecado y de la muerte, y nos has traído al reino de tu Hijo; y te suplicamos que, así como por su muerte nos has devuelto a la vida, igualmente por su amor nos resucite a los goces eternos; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Primera Lectura: Hechos 4:13-21
13 Cuando las autoridades vieron la valentía con que hablaban Pedro y Juan, y se dieron cuenta de que eran hombres sin estudios ni cultura, se quedaron sorprendidos, y reconocieron que eran discípulos de Jesús. 14 Además, el que había sido sanado estaba allí con ellos, y por eso no podían decir nada en contra. 15 Entonces los mandaron salir de la reunión, y se quedaron discutiendo unos con otros. 16 Decían: —¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Todos los habitantes de Jerusalén saben que han hecho esta señal milagrosa, y no lo podemos negar. 17 Pero a fin de que este asunto no siga corriendo de boca en boca, vamos a amenazarlos, para que de aquí en adelante no hablen en el nombre de Jesús a nadie.
18 Así que los llamaron y les ordenaron que no hablaran ni enseñaran nada acerca del nombre de Jesús. 19 Pero Pedro y Juan les contestaron: —Juzguen ustedes mismos si es justo delante de Dios obedecerlos a ustedes en lugar de obedecerlo a él. 20 Nosotros no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
21 Las autoridades los amenazaron, pero los dejaron libres. No encontraron cómo castigarlos, porque toda la gente alababa a Dios por lo que había pasado.
Salmo: 118:14-18 o 118:19-24
14 Mi fuerza y mi refugio es el Señor, *
y él me ha sido por salvación.
15 Hay voz de júbilo y victoria *
en las tiendas de los justos:
16 “¡La diestra del Señor ha triunfado! *
¡La diestra del Señor es excelsa! ¡La diestra del Señor ha triunfado!”
17 No he de morir, sino que viviré. *
y contaré las hazañas del Señor.
18 Me castigó gravemente el Señor, *
mas no me entregó a la muerte.
o
19 Abranme las puertas de justicia; *
entraré por ellas, y daré gracias al Señor.
20 “Esta es la puerta del Señor; *
por ella entrarán los justos”.
21 Daré gracias porque me respondiste, *
y me has sido de salvación.
22 La misma piedra que desecharon los edificadores, *
ha venido a ser la cabeza del ángulo.
23 Esto es lo que ha hecho el Señor, *
y es maravilloso a nuestros ojos.
24 Este es el día en que actuó el Señor; *
regocijémonos y alegrémonos en él.
El Evangelio: Marcos 16:9-15,20
9 Después que Jesús hubo resucitado al amanecer del primer día de la semana, se apareció primero a María Magdalena, de la que había expulsado siete demonios. 10 Ella fue y avisó a los que habían andado con Jesús, que estaban tristes y llorando. 11 Éstos, al oír que Jesús vivía y que ella lo había visto, no lo creyeron.
12 Después de esto, Jesús se apareció en otra forma a dos de ellos que iban caminando hacia el campo. 13 Éstos fueron y avisaron a los demás; pero tampoco a ellos les creyeron.
14 Más tarde, Jesús se apareció a los once discípulos, mientras ellos estaban sentados a la mesa. Los reprendió por su falta de fe y su terquedad, ya que no creyeron a los que lo habían visto resucitado. 15 Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien a todos la buena noticia.
20 Ellos salieron a anunciar el mensaje por todas partes; y el Señor los ayudaba, y confirmaba el mensaje acompañándolo con señales milagrosas.
This page is available in: English
Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.
Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.
This page is available in: English