Calendario Litúrgico

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Segundo Domingo después de Pentecostés

Propio 4

La Colecta:

Soberano del universo, cuya infalible providencia ordena todas las cosas del cielo y de la tierra: Resguárdanos de todo lo dañino y danos todo lo que sea provechoso; por Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo vive y reina, un solo Dios, ahora y siempre. Amén.

El Antiguo Testamento: 1 Samuel 3:1-10 (11-20)

1El joven Samuel servía al SEÑOR delante de Elí. La palabra del SEÑOR escaseaba en aquellos días, y no había visiones con frecuencia. Pero aconteció cierto día, mientras Elí (cuyos ojos habían comenzado a debilitarse, de modo que no podía ver) estaba acostado en su aposento y Samuel dormía en el templo del SEÑOR donde estaba el arca de Dios, y antes que la lámpara de Dios fuera apagada, el SEÑOR llamó a Samuel, y él respondió:

—Heme aquí.

Y corrió a Elí diciendo:

—Heme aquí. ¿Para qué me has llamado?

Elí respondió:

—Yo no te he llamado. Vuelve a acostarte.

Él se volvió y se acostó, y el SEÑOR volvió a llamar:

—¡Samuel!

Samuel se levantó, fue a Elí y dijo:

—Heme aquí. ¿Para qué me has llamado?

Elí respondió:

—Hijo mío, yo no te he llamado. Vuelve a acostarte.

Samuel todavía no conocía al SEÑOR ni la palabra del SEÑOR le había sido aún revelada. El SEÑOR llamó por tercera vez a Samuel; y él se levantó, fue a Elí y dijo:

—Heme aquí. ¿Para qué me has llamado?

Entonces Elí entendió que el SEÑOR llamaba al joven. Y Elí dijo a Samuel:

—Ve y acuéstate; y sucederá que si te llama, dirás: “Habla, oh SEÑOR, que tu siervo escucha”.

Samuel se fue y se acostó en su sitio. 10 Entonces vino el SEÑOR, se paró y llamó como las otras veces:

—¡Samuel, Samuel!

Samuel respondió:

—Habla, que tu siervo escucha.

[11 Y el SEÑOR dijo a Samuel:

—He aquí, yo voy a hacer algo en Israel, que a quien lo escuche le retiñirán ambos oídos. 12 Aquel día cumpliré contra Elí, de principio a fin, todas las cosas que he hablado contra su casa. 13 Yo le he declarado que juzgaré a su casa para siempre, por la iniquidad que él conoce; porque sus hijos han blasfemado contra Dios[a], y él no les ha reprochado. 14 Por tanto, he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de su casa jamás será expiada ni con sacrificios ni con ofrendas.

15 Samuel permaneció acostado hasta la mañana. Luego abrió las puertas de la casa del SEÑOR, pero Samuel temía contar la visión a Elí. 16 Entonces Elí llamó a Samuel y le dijo:

—Hijo mío, Samuel.

Él respondió:

—Heme aquí.

17 Él le preguntó:

—¿Qué es lo que te ha hablado? Por favor, no me lo encubras. Así te haga Dios y aun te añada, si me encubres una palabra de todo lo que ha hablado contigo.

18 Samuel se lo contó todo sin encubrirle nada. Entonces él dijo:

—¡Él es el SEÑOR! Que haga lo que le parezca bien.

19 Samuel crecía, y el SEÑOR estaba con él y no dejaba sin cumplir ninguna de sus palabras. 20 Todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, sabía que Samuel estaba acreditado como profeta del SEÑOR.]

Salmo: Salmo 139:1-5, 12-17

1 ¡Ay DIOS! Tú me examinas y me conoces: *
sabes cuándo me siento y cuándo me levanto;
y de lejos me lees la mente.
2 Tú conoces mis trajines y descansos; *
todos mis caminos te son familiares.
3 Antes de que una palabra llegue a mi lengua, *
tú, ya la sabes todas.
4 Detrás y delante me rodeas *
y me cubres con la palma de tu mano.
5 Tal conocimiento me es maravilloso; *
tan sublime que no lo puedo alcanzar.
12 Porque tú formaste mis entrañas; *
y me tejiste en el vientre de mi madre.
13 Te doy gracias por mi maravillosa creación; *
bien conozco tus admirables obras.
14 De ti no se ocultaban mis huesos, *
a pesar de que fui formado en secreto
y tejido en lo más profundo de la tierra.
15 Tus ojos vieron mi cuerpo, aún incompleto en el vientre;
todo estaba ya escrito en tu libro; *
todos mis días ya estaban contados,
antes de que hubieran comenzado.
16 ¡Qué insondables son tus pensamientos! *
¡Qué grande la suma de ellos!
17 Si los contara serían más que los granos de la arena; *
para contarlos tendría que ser eterno como tú.

El Antiguo Testamento: Deuteronomio 5:12-15

12 “ ‘Guarda el día del sábado para santificarlo, como te ha mandado el SEÑOR tu Dios. 13 Seis días trabajarás y harás toda tu obra, 14 pero el séptimo día será sábado para[a] el SEÑOR tu Dios. No harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu asno, ni ningún animal tuyo, ni el forastero que está dentro de tus puertas; para que tu esclavo y tu esclava descansen como tú. 15 Acuérdate de que tú fuiste esclavo en la tierra de Egipto y que el SEÑOR tu Dios te sacó de allí con mano poderosa y brazo extendido. Por eso el SEÑOR tu Dios te ha mandado que guardes el día del sábado.

Salmo: Salmo 81:1-10

1 Cántenle con gozo al Dios que nos da fuerza, *
aclamen con júbilo al Dios de Jacob.
2 Entonen su canto y toquen panderos, *
la dulzura de la lira y del arpa.
3 Soplen cuernos en la luna nueva, *
y en la luna llena para nuestra fiesta.
4 Porque es un estatuto en Israel, *
un reglamento del Dios de Jacob.
5 Lo estableció como solemne mandato para José, *
cuando salió de la tierra de Egipto.
6 Escuché una voz desconocida: *
«Retiré la carga de tus hombros;
libré tus manos de cargar ladrillos.
7 Me invocaste en la calamidad y te liberé; *
te respondí desde lo oculto del trueno
y te puse a prueba junto a las aguas de Meriba.
8 Oye, pueblo mío, mi amonestación; *
Israel, te ruego que me escuches:
9 Que no haya en tu tierra dioses extranjeros; *
no te postres ante un dios extraño.
10 Yo soy Yahvé tu Dios,
que te sacó de la tierra de Egipto y declaró: *
“Abre bien la boca, y te la llenaré”.»

El Nuevo Testamento: 2 Corintios 4:5-12

Porque no nos predicamos a nosotros mismos sino a Cristo Jesús como Señor; y a nosotros como siervos de ustedes por causa de Jesús. Porque el Dios que dijo: “La luz resplandecerá de las tinieblas” es el que ha resplandecido en nuestro corazón para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Jesucristo.

Con todo, tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. Estamos atribulados en todo pero no angustiados; perplejos pero no desesperados; perseguidos pero no desamparados; abatidos pero no destruidos. 10 Siempre llevamos en el cuerpo la muerte de Jesús por todas partes para que también en nuestro cuerpo se manifieste la vida de Jesús. 11 Porque nosotros que vivimos, siempre estamos expuestos a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal. 12 De manera que en nosotros actúa la muerte, pero en ustedes actúa la vida.

El Evangelio: Marcos 2:23-3:6

23 Aconteció que Jesús pasaba por los sembrados en sábado, y sus discípulos se pusieron a caminar arrancando espigas. 24 Los fariseos le decían:

—Mira, ¿por qué hacen en los sábados lo que no es lícito?

25 Y él les dijo:

—¿Nunca han leído qué hizo David cuando tuvo necesidad y pasó hambre él y los que estaban con él; 26 cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la Presencia, y aun dio a los que estaban con él; cosa que no es lícito comer, salvo a los sacerdotes? 27 —También les dijo—: El sábado fue hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado. 28 Así que el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado.

1Entró otra vez en la sinagoga, y estaba allí un hombre que tenía la mano paralizada. Y estaban al acecho a ver si lo sanaría en sábado, a fin de acusarle. Entonces dijo al hombre que tenía la mano paralizada:

—¡Ponte de pie en medio!

Y a ellos les dijo:

—¿Es lícito en sábado hacer bien o hacer mal? ¿Salvar la vida o matar?

Pero ellos callaban. Y mirándolos en derredor con enojo, dolorido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre:

—Extiende tu mano.

Y la extendió, y su mano le fue restaurada. Los fariseos salieron en seguida, junto con los herodianos, y tomaron consejo contra él, de cómo destruirlo.

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Calendario Litúrgico

Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.

Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.

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