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Decimonoveno Domingo después de Pentecostés
Propio 24
La Colecta:
Dios todopoderoso y eterno, que en Cristo has revelado tu gloria a todas las naciones: Mantén las obras de tu misericordia; a fin de que tu Iglesia, esparcida por todo el mundo, persevere con fe inquebrantable en la confesión de tu Nombre; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Antiguo Testamento: Jeremías 31:27-34
27 El Señor afirma: «Vendrá un día en que haré que hombres y animales abunden en Israel y en Judá. 28 Y así como estuve atento para arrancar, derribar, echar abajo, destruir y causar daños, así también estaré vigilante para construir y plantar. Yo, el Señor, lo afirmo.
29 »En aquel tiempo no volverá a decirse: “Los padres comen uvas agrias y a los hijos se les destemplan los dientes.” 30 Porque será que a quien coma uvas agrias, a ése se le destemplarán los dientes. Cada cual morirá por su propio pecado.»
31 El Señor afirma: «Vendrá un día en que haré una nueva alianza con Israel y con Judá. 32 Esta alianza no será como la que hice con sus antepasados, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto; porque ellos quebrantaron mi alianza, a pesar de que yo era su dueño. Yo, el Señor, lo afirmo. 33 Ésta será la alianza que haré con Israel en aquel tiempo: Pondré mi ley en su corazón y la escribiré en su mente. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Yo, el Señor, lo afirmo. 34 Ya no será necesario que unos a otros, amigos y parientes, tengan que instruirse para que me conozcan, porque todos, desde el más grande hasta el más pequeño, me conocerán. Yo les perdonaré su maldad y no me acordaré más de sus pecados. Yo, el Señor, lo afirmo.»
Salmo: 119:97-104
97 ¡Oh, cuánto amo tu ley! *
Todo el día la estoy meditando.
98 Tus mandamientos me han hecho más sabio que mis enemigos, *
y siempre están conmigo.
99 Soy más docto que todos mis maestros, *
porque estudio tus decretos.
100 Soy más sabio que los ancianos, *
porque observo tus mandamientos.
101 De todo mal camino contengo mis pies, *
para guardar tu palabra.
102 No me aparto de tus juicios, *
porque tú mismo me has enseñado.
103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras, *
más que la miel a mi boca!
104 De tus mandamientos adquiero comprensión; *
por tanto, aborrezco el camino de la mentira.
Antiguo Testamento: Génesis 32:22-31
23 Aquella misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, sus dos esclavas y sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Jaboc, 24 junto con todo lo que tenía. 25 Cuando Jacob se quedó solo, un hombre luchó con él hasta que amaneció; 26 pero como el hombre vio que no podía vencer a Jacob, lo golpeó en la coyuntura de la cadera, y esa parte se le zafó a Jacob mientras luchaba con él. 27 Entonces el hombre le dijo: —Suéltame, porque ya está amaneciendo.
—Si no me bendices, no te soltaré —contestó Jacob.
28 —¿Cómo te llamas? —preguntó aquel hombre.
—Me llamo Jacob —respondió él.
29 Entonces el hombre le dijo: —Ya no te llamarás Jacob. Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.
30 —Ahora dime cómo te llamas tú —preguntó Jacob.
Pero el hombre contestó: —¿Para qué me preguntas mi nombre?
Luego el hombre lo bendijo allí mismo. 31 Y Jacob llamó a aquel lugar Penuel, porque dijo: «He visto a Dios cara a cara, y sin embargo todavía estoy vivo.»
32 Ya Jacob estaba pasando de Penuel cuando el sol salió; pero debido a su cadera, iba cojeando.
Salmo: 121
1 Levanto mis ojos a los montes; *
¿de dónde vendrá mi socorro?
2 Mi socorro viene del Señor, *
que hizo los cielos y la tierra.
3 No permitirá que resbale tu pie, *
ni se dormirá el que te guarda.
4 He aquí, el que guarda a Israel *
no se adormecerá ni dormirá.
5 El Señor es tu guardián, *
el Señor es tu sombra a tu diestra.
6 El sol no te hará daño de día, *
ni la luna de noche.
7 El Señor te guardará de todo mal; *
él guardará tu vida.
8 El Señor guardará tu salida y tu entrada, *
desde ahora y para siempre.
Nuevo Testamento: 2 Timoteo 3:14-4:5
14 Tú, sigue firme en todo aquello que aprendiste, de lo cual estás convencido. Ya sabes quiénes te lo enseñaron. 15 Recuerda que desde niño conoces las sagradas Escrituras, que pueden instruirte y llevarte a la salvación por medio de la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para enseñar y reprender, para corregir y educar en una vida de rectitud, 17 para que el hombre de Dios esté capacitado y completamente preparado para hacer toda clase de bien.
1 Delante de Dios y de Cristo Jesús, que vendrá glorioso como Rey a juzgar a los vivos y a los muertos, te encargo mucho 2 que prediques el mensaje, y que insistas cuando sea oportuno y aun cuando no lo sea. Convence, reprende y anima, enseñando con toda paciencia. 3 Porque va a llegar el tiempo en que la gente no soportará la sana enseñanza; más bien, según sus propios caprichos, se buscarán un montón de maestros que sólo les enseñen lo que ellos quieran oír. 4 Darán la espalda a la verdad y harán caso a toda clase de cuentos. 5 Pero tú conserva siempre el buen juicio, soporta los sufrimientos, dedícate a anunciar el evangelio, cumple bien con tu trabajo.
El Evangelio: Lucas 18:1-8
1 Jesús les contó una parábola para enseñarles que debían orar siempre, sin desanimarse. 2 Les dijo: «Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. 3 En el mismo pueblo había también una viuda que tenía un pleito y que fue al juez a pedirle justicia contra su adversario. 4 Durante mucho tiempo el juez no quiso atenderla, pero después pensó: “Aunque ni temo a Dios ni respeto a los hombres, 5 sin embargo, como esta viuda no deja de molestarme, la voy a defender, para que no siga viniendo y acabe con mi paciencia.”»
6 Y el Señor añadió: «Esto es lo que dijo el juez malo. 7 Pues bien, ¿acaso Dios no defenderá también a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Los hará esperar? 8 Les digo que los defenderá sin demora. Pero cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará todavía fe en la tierra?»
Más recursos para Propio 24C
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Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.
Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.
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