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Decimoquinto Domingo después de Pentecostés
Propio 18
La Colecta:
Concede, oh Señor, que confiemos en ti de todo corazón; porque, así como tú siempre resistes a los soberbios que confían en su propia fortaleza, de la misma manera jamás abandonas a aquéllos que se glorían en tu misericordia; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Antiguo Testamento: Éxodo 12:1-14
1 El Señor habló en Egipto con Moisés y Aarón, y les dijo:
2 «Este mes será para ustedes el principal, el primer mes del año. 3 Díganle a toda la comunidad israelita lo siguiente: “El día diez de este mes, cada uno de ustedes tomará un cordero o un cabrito por familia, uno por cada casa. 4 Y si la familia es demasiado pequeña para comerse todo el animal, entonces el dueño de la casa y su vecino más cercano lo comerán juntos, repartiéndoselo según el número de personas que haya y la cantidad que cada uno pueda comer. 5 El animal deberá ser de un año, macho y sin defecto, y podrá ser un cordero o un cabrito. 6 Lo guardarán hasta el catorce de este mes, y ese día todos y cada uno en Israel lo matarán al atardecer. 7 Tomarán luego la sangre del animal y la untarán por todo el marco de la puerta de la casa donde coman el animal. 8 Esa noche comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura. 9 No coman ni un solo pedazo crudo o hervido. Todo el animal, lo mismo la cabeza que las patas y las entrañas, tiene que ser asado al fuego, 10 y no deben dejar nada para el día siguiente. Si algo se queda, deberán quemarlo. 11 Ya vestidos y calzados, y con el bastón en la mano, coman de prisa el animal, porque es la Pascua del Señor. 12 Esa noche yo pasaré por todo Egipto, y heriré de muerte al hijo mayor de cada familia egipcia y a las primeras crías de sus animales, y dictaré sentencia contra todos los dioses de Egipto. Yo, el Señor, lo he dicho.
13 »”La sangre les servirá para que ustedes señalen las casas donde se encuentren. Y así, cuando yo hiera de muerte a los egipcios, ninguno de ustedes morirá, pues veré la sangre y pasaré de largo. 14 Éste es un día que ustedes deberán recordar y celebrar con una gran fiesta en honor del Señor. Lo celebrarán como una ley permanente que pasará de padres a hijos.”»
Salmo: 149
1 ¡Aleluya! Canten al Señor cántico nuevo, *
su alabanza en la congregación de los fieles.
2 Alégrese Israel en su Hacedor; *
gócense los hijos de Sión en su Rey.
3 Alaben su Nombre con danzas, *
con tambor y arpa cántenle alabanza;
4 Porque el Señor se complace en su pueblo, *
y adorna con victoria a los humildes.
5 Regocíjense los fieles en su triunfo, *
y alégrense sobre sus camas.
6 Estén las alabanzas de Dios en sus labios, *
y la espada de dos filos en su mano;
7 Para tomar venganza de las naciones *
y castigar a los pueblos;
8 O Para atar a sus reyes con grillos, *
y sus nobles con eslabones de hierro;
9 Para ejecutar en ellos la sentencia decretada; *
esto es gloria para todos tus fieles. ¡Aleluya!
Antiguo Testamento: Ezequiel 33:7-11
7 El Señor me dijo: »Pues a ti, hombre, yo te he puesto como centinela del pueblo de Israel. Tú deberás recibir mis mensajes y comunicarles mis advertencias. 8 Puede darse el caso de que yo pronuncie sentencia de muerte contra un malvado; pues bien, si tú no hablas con él para advertirle que cambie de vida, y él no lo hace, ese malvado morirá por su pecado, pero yo te pediré a ti cuentas de su muerte. 9 Si tú, en cambio, adviertes al malvado que cambie de vida, y él no lo hace, él morirá por su pecado, pero tú salvarás tu vida.
10 »Tú, hombre, di al pueblo de Israel: “Ustedes dicen: Estamos cargados de faltas y pecados. Por eso nos estamos pudriendo en vida. ¿Cómo podremos vivir? 11 Pero yo, el Señor, juro por mi vida que no quiero la muerte del malvado, sino que cambie de conducta y viva. Israel, deja esa mala vida que llevas. ¿Por qué habrás de morir?”»
Salmo: 119:33-40
33 Enséñame, oh Señor, el camino de tus estatutos, *
y lo guardaré hasta el fin.
34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley; *
la cumpliré de todo corazón.
35 Guíame por la senda de tus mandamientos, *
porque ése es mi deseo.
36 Inclina mi corazón a tus decretos, *
y no a las ganancias injustas.
37 Aparta mis ojos, que no miren lo que es inútil; *
vivifícame en tus caminos.
38 Cumple tu promesa a tu siervo, *
la que haces a los que te temen.
39 Quita de mí el oprobio que temo, *
porque buenos son tus juicios.
40 He aquí, anhelo tus mandamientos; *
en tu justicia, preserva mi vida.
Nuevo Testamento: Romanos 13:8-14
8 No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda de amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena. 9 Los mandamientos dicen: «No cometas adulterio, no mates, no robes, no codicies»; pero éstos y los demás mandamientos quedan comprendidos en estas palabras: «Ama a tu prójimo como a ti mismo.» 10 El que tiene amor no hace mal al prójimo; así que en el amor se cumple perfectamente la ley.
11 En todo esto tengan en cuenta el tiempo en que vivimos, y sepan que ya es hora de despertarnos del sueño. Porque nuestra salvación está más cerca ahora que al principio, cuando creímos en el mensaje. 12 La noche está muy avanzada, y se acerca el día; por eso dejemos de hacer las cosas propias de la oscuridad y revistámonos de luz, como un soldado se reviste de su armadura. 13 Actuemos con decencia, como en pleno día. No andemos en banquetes y borracheras, ni en inmoralidades y vicios, ni en discordias y envidias. 14 Al contrario, revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no busquen satisfacer los malos deseos de la naturaleza humana.
El Evangelio: Mateo 18:15-20
15 Jesús dijo: —Si tu hermano te hace algo malo, habla con él a solas y hazle reconocer su falta. Si te hace caso, ya has ganado a tu hermano. 16 Si no te hace caso, llama a una o dos personas más, para que toda acusación se base en el testimonio de dos o tres testigos. 17 Si tampoco les hace caso a ellos, díselo a la comunidad; y si tampoco hace caso a la comunidad, entonces habrás de considerarlo como un pagano o como uno de esos que cobran impuestos para Roma.
18 »Les aseguro que lo que ustedes aten aquí en la tierra, también quedará atado en el cielo, y lo que ustedes desaten aquí en la tierra, también quedará desatado en el cielo.
19 »Esto les digo: Si dos de ustedes se ponen de acuerdo aquí en la tierra para pedir algo en oración, mi Padre que está en el cielo se lo dará. 20 Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
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Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.
Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.
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