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Estudio Bíblico: Propio 22 (C) – 2016
October 03, 2016
Lamentaciones 1: 1-6
Para el pueblo de Judá, la caída de Jerusalén y el exilio tuvieron que ser un shock. Perdieron la seguridad que les proporcionaba su gran ciudad. Perdieron todas sus posesiones. Perdieron su libertad. Por ello, se sintieron abandonados por Dios. Su interpretación teológica era que Dios les había dado su poder económico y militar. Habían llegado a darlo por sentado. Durante el exilio llegaron a entender, a través de los profetas, que Dios les había quitado esas cosas y les permitió sufrir porque se lo merecían.
Ya que nuestra interpretación teológica de Dios se centra en la gracia, no creemos que nuestro sufrimiento sea un castigo por nuestros pecados. Pero con lo que podemos relacionarnos es con el dolor y la pena de la pérdida. Vemos el sufrimiento de los demás y lo experimentamos nosotros mismos. Este pasaje menciona la soledad, la pérdida de la condición social y el poder, la dislocación, el cautiverio, el ser traicionado y engañado como maneras en que el pueblo sufre.
- Mucha gente piensa que Dios los castiga porque han obrado mal. ¿Cómo podemos ayudar a los demás a entender cómo funciona la gracia de Dios?
- Cuando ve que alguien está sufriendo, ¿cree que le ayudaría a él o a ella escuchar acerca de un tiempo de sufrimiento que usted ha experimentado en su vida? ¿Cree que Dios le ayudó en ese momento de su vida?
Salmo 137
Este es un pasaje difícil. ¿Quién sabe cómo lidiar con los dos últimos versos de venganza y esa horrible última línea de este salmo? Pero el resto del salmo da los primeros pasos de superación, tras los sufrimientos descritos antes, en la lectura de las primeras lamentaciones. En el exilio, al pueblo se le recuerda su amada Jerusalén. Sus captores se mofan de ellos, ansiosos de ridiculizar sus cantos de Sión. Pero las canciones les recuerdan una época en la que sintieron el amor de Dios y vivían con gratitud al servicio de Dios. Es el comienzo de una superación de la desesperación y el encuentro de una luz de esperanza. Luego viene la elección entre la ira y la venganza o el perdón y el amor.
- Cuando se nos ha agraviado, ¿no brota fácilmente la ira y el deseo de venganza? Si mira a Jesús en busca de inspiración para tratar de perdonar, ¿piensa en una historia en particular de los evangelios que le ayuda?
- ¿Puede pensar en una persona a la que haya agraviado y que, luego, lo bendijo con el perdón?
2 Timoteo 1: 1-14
Se da la implicación de que Timoteo está sufriendo. Ciertamente, parece que Pablo piensa que Timoteo necesita estímulo. La fe de Timoteo es profunda y tiene sus raíces en la fe de su abuela y de su madre. Pablo le dice que él también está sufriendo, pero deben confiar en el espíritu de energía, amor y autodisciplina que Dios les ha dado.
Lo que ayuda a Pablo a superar los tiempos difíciles es el saber que la obra con que lidia no es suya, sino de Dios. Pablo sufre a fin de difundir el evangelio de que Jesús abolió la muerte y trajo la inmortalidad. Pablo le dice a Timoteo que su confianza en Dios es lo que lo mantiene firme. Sin duda, ayuda a superar los momentos difíciles si sentir que hay algo por qué vivir. Sobre todo si pensamos que hay algo que es más grande que nosotros. Pablo se siente responsable ante Dios. El Evangelio es el buen tesoro confiado a él y a Timoteo. Pablo en esencia le dice a Timoteo, anímate. Tienes trabajo que realizar y Dios te ha dado la fuerza y el poder para lograrlo. Confiar en eso.
- ¿Cree que Dios le ha confiado el Evangelio? ¿Lo ve como una carga pesada o un desafío estimulante?
- Cuando está desanimado y desesperanzado ¿le ayudaría imaginar a Dios que le dice: “Recordando tus lágrimas, anhelo verte para que pueda estar lleno de alegría”? No es que nuestra tristeza haga feliz a Dios, sino que nuestro retorno a él y el estar con Dios, lo logra.
- Trate de identificar los dones que Dios le ha dado para seguir adelante cuando las cosas son difíciles. ¿Qué dones tiene para hacer el trabajo que Dios le confía que haga?
Lucas 17: 5-10
A primera vista estos dos párrafos parece que no están relacionados. Parecen dos pasajes de sabios consejos, uno después del otro, como los versos de los Proverbios. Pero tal vez la parte sobre el siervo que sirve al maestro en la cena es una continuación de respuesta a los apóstoles de Jesús que solicitan más fe. Tal vez esta sea la declaración de Jesús sobre la fe sin obras.
Jesús les dice que incluso con un poco de fe podrían decir a una morera que saltara al mar. Sin embargo, eso no sería un milagro muy útil. En cierto modo, los apóstoles simplemente han pedido al maestro que les permita comer a la mesa en vez de servir. Mediante esta metáfora, Jesús les dice que hagan el trabajo que tiene que hacer. Hagan todo lo que se les ordena hacer sin esperar recompensa. No es que Jesús diga que no necesitamos la fe. Nos está diciendo que mucha fe no es lo más importante. Hacer lo que nos dice que debemos hacer es lo que es importante.
- ¿Cree que ha encontrado el equilibrio adecuado entre la fe y las obras?
- ¿Puede identificar las buenas obras que ve necesitan ser hechas en su comunidad de fe?
- ¿Qué trabajo puede hacer o está involucrado fuera de su comunidad de fe?
- ¿Usted confía en su fe para inspirarle y capacitarle a hacer el trabajo que Jesús nos pide que hagamos?
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