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Estudio Bíblico: Propio 14 (A) – 2020
August 09, 2020
Génesis 37: 1-4, 12-28
Esta historia de un hermano vendido como esclavo cobra particular importancia en este momento. Escribo este estudio en el verano de 2020 en Estados Unidos, ya que enfrentamos reclamos de justicia racial y un ajuste de cuentas con el legado en curso de la esclavitud. Algunos de nosotros podemos identificarnos con José, magullado y hundido en un pozo mientras sus propios hermanos esperan. Algunos de nosotros podemos vernos reflejados en los hermanos de José que quieren sacarlo del camino y terminar vendiéndolo con fines de lucro, ya que reconocemos nuestro papel en los sistemas que oprimen, explotan y encarcelan a nuestros hermanos. Tal vez algunos de nosotros podamos vernos a nosotros mismos como el hermano de José, Rubén. Rubén trata de evitar el daño que sus hermanos le están haciendo a José, y sin embargo, las acciones de Rubén terminan conduciendo a la esclavitud de José.
Y luego están los personajes secundarios. A diferencia de los hermanos, los comerciantes de la caravana no tienen nada personal contra José; cuando se benefician del sufrimiento de José, pueden pensar que solo están haciendo su trabajo. También está ese hombre “vagando por los campos” que le da instrucciones a José. En una historia tan llena de interconexiones complejas, este vagabundo solitario es una rareza, y vale la pena notarlo mientras consideramos la sensación de vagar y desconexión que algunos de nosotros podemos vivir en un momento de cambio. Este episodio en la vida de la familia de José nos ofrece alimento para el pensamiento y la imaginación al considerar la complejidad de nuestro propio pasado y presente.
- ¿Se identifica con alguno de los personajes de la historia? Mientras imagina la historia, ¿qué detalles sensoriales o diálogo podría agregar?
- ¿Qué ideas se pueden obtener al colocar esta historia junto a las historias de opresión racial en Estados Unidos? ¿Cuáles son los peligros de esa clase de comparación?
Salmo 105, 1-6, 16-22, 45b
El salmo interpreta la historia de José como una de las “maravillas” de Dios de una manera que la historia del Génesis no lo hace. En el Génesis 37, vemos una historia de humanos que actúan según sus propios motivos humanos. En el Salmo 105, el sufrimiento de José a manos de sus hermanos es parte de algo más grande, algo maravilloso, que Dios está obrando. Al final del Génesis, José ve lo que sucede, tanto la fechoría de sus hermanos como la bendición de Dios. Él le dice a sus hermanos: “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió ese mal en bien, para salvar la vida de mucha gente” (Génesis 50:20). José reconoce la obra de Dios en sus problemas sin absolver a sus hermanos del daño que pretendían. Y, de hecho, el salmista nos exhorta a prestar atención a la historia de la familia de José no solo como una de las “maravillas” de Dios, sino también como uno de los “juicios” de Dios. Para el salmista, Dios está presente tanto para juzgar los errores humanos como para hacer maravillas en nombre de esos mismos humanos defectuosos.
- ¿Se siente más cómodo leyendo la historia de la venta de José como una historia de maldad humana o como una historia de bendición divina? ¿Por qué?
- ¿Hay historias en su propia vida o en la vida de la iglesia donde ve las “maravillas” de Dios junto con la acción humana?
Romanos 10: 5-15
Pablo cita una garantía del Deuteronomio de que los mandamientos de Dios no están distantes ni difíciles. Nadie tiene que ir en una búsqueda “hasta el cielo” o “más allá del mar” para descubrir qué es lo que Dios quiere de nosotros. En cambio, “el mandamiento está muy cerca de ustedes; está en sus labios y en su pensamiento” (Deut. 30: 11-14).
En esta temporada de nuestra vida juntos, cuando el COVID-19 ha interrumpido el acceso de muchas personas a la iglesia, podemos apoyarnos en esta promesa de cercanía. Nuestra vida en comunidad es vital para la fe, y he extrañado mucho celebrar la Eucaristía juntos, cantar juntos, estudiar la Biblia juntos en grupos y todas las formas en que normalmente nos cuidaríamos y estaríamos presentes el uno con el otro que han sido vedados o reformados drásticamente por la pandemia.
Aun así, Pablo continúa hablando sobre la importancia de la proclamación y el papel de la comunidad en la difusión de las buenas nuevas. En medio de toda la urgencia de hacer el trabajo a menudo difícil y complejo de proclamación y comunidad, tenemos la simple promesa de que la palabra está cerca, en nuestros labios y en nuestros corazones. La palabra está cerca de nosotros, ya podamos recibir la Eucaristía o no, o si todos podemos estar o no dentro del edificio de una iglesia. Si bien muchas cosas son inciertas, sabemos que el Espíritu mora dentro de nosotros, y sabemos que la palabra de amor de Dios está en nuestros labios y en nuestros corazones.
- ¿Ha experimentado momentos en los que sintió que tenía que recorrer un largo camino para encontrar la palabra de Dios para usted? ¿Qué pasa con los momentos en que se dio cuenta de que la palabra que necesitaba estaba cerca?
- ¿Qué palabra está en sus labios y en su corazón ahora?
Mateo 14: 22-33
El servicio del bautismo nos recuerda al Espíritu Santo moviéndose sobre el agua en la creación, el paso de los israelitas a través de las aguas separadas del Mar Rojo y el agua del bautismo de Jesús. La historia de la breve caminata de Pedro sobre el agua es un poco divergente a la imagen del bautismo: Pedro literalmente cae al agua y Jesús lo levanta de nuevo antes de que se ahogue. No es el espacio seguro y santificado de una orilla tranquila del río o una fuente de la iglesia, sino más bien en medio de un mar tormentoso. Y sin embargo, aquí es donde Pedro pide la salvación y se agarra a la mano de Jesús. Dios está presente sobre las aguas de la creación, en la separación del Mar Rojo, en el bautismo de Jesús en el río Jordán, y también aquí en las aguas agitadas donde Pedro teme por su vida.
Anteriormente en Mateo, Jesús calma una tormenta (Mateo 8: 23-27), pero aquí, la mayor parte del encuentro tiene lugar mientras la tormenta todavía está en su apogeo. En la narración de Mateo, sabemos que Jesús puede calmar una tormenta, pero en cambio, Jesús camina a través de la tormenta para encontrarse allí con los discípulos. Jesús le permite a Pedro correr el riesgo de caminar sobre el agua con él en esta tormenta y está allí para sacarlo del agua cuando se cae. En lugar de sofocar el caos y resolver el miedo y la confusión, esta vez Jesús elige estar presente con los discípulos en medio de ese caos, miedo y confusión.
- ¿Le recuerda esta historia otras historias de la Biblia o la vida de la iglesia? ¿Cómo es esta historia similar o diferente a los bautismos que ha presenciado o al arte bautismal que ha visto?
- ¿La caminata de Pedro sobre el agua le recuerda algo que haya sucedido en su vida? ¿Se ha encontrado con Jesús o ha experimentado momentos de salvación en medio del caos?
Dr. Joanna Benskin is an M.Div. student (class of 2021) at Church Divinity School of the Pacific and a postulant in the Diocese of Indianapolis. Before pursuing ordained ministry, she studied and taught literature, earning a Ph.D. in Comparative Literature from Purdue. She feels a particular call to adult formation and scriptural education in the context of parish ministry. Joanna currently lives in Berkeley with her spouse and cats. She enjoys hiking and baking and may offer sourdough starter to unsuspecting bystanders.
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