Estudio Bíblico: Epifanía 5 (A) – 2023

LCR: Isaías 58:1-9a, [9b-12]; Salmo 112:1-9, (10); 1 Corintios 2:1-12, [13-16]; Mateo 5:13-20

La temporada de la Epifanía es cuando celebramos la revelación de Cristo al mundo. Marcamos la llegada de Aquel que es la luz del mundo: una luz que da vida, una luz que da esperanza. Esta luz brilla más intensamente cuando estamos en comunidad, con Dios y los unos con los otros.

La Oficina de Asociaciones Globales de la Iglesia Episcopal invita a individuos, grupos pequeños, congregaciones y diócesis a usar nuestra serie de videos semanales durante la temporada de la Epifanía para acercarnos más los unos a los otros y a nuestro Señor. Usando una adaptación de la lectio divina con el pasaje del evangelio de cada domingo, conocerá y escuchará a los misioneros episcopales que han servido en todo el mundo mientras leen y reflexionan sobre la revelación de Jesús para nosotros. El servicio misional a través de la Iglesia Episcopal se lleva a cabo a través del Cuerpo de Servicio de Adultos Jóvenes (para episcopales de 21 a 30 años) y Voluntarios Episcopales en Misión (para episcopales mayores de 30 años). Obtenga más información sobre estos programas en iam.ec/yasc y en iam.ec/evim respectivamente.

La lectio divina de esta semana presenta a Joris Bürmann y a Derby Guerrier. Vea su discusión en iam.ec/epiphany2023 y sígala solo o en un grupo pequeño.

1. Lea el pasaje del Evangelio de hoy: »Ustedes son la sal de este mundo. Pero si la sal deja de estar salada, ¿cómo podrá recobrar su sabor? Ya no sirve para nada, así que se la tira a la calle y la gente la pisotea. »Ustedes son la luz de este mundo. Una ciudad en lo alto de un cerro no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para ponerla bajo un cajón; antes bien, se la pone en alto para que alumbre a todos los que están en la casa. Del mismo modo, procuren ustedes que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo. »No crean ustedes que yo he venido a suprimir la ley o los profetas; no he venido a ponerles fin, sino a darles su pleno valor. Pues les aseguro que mientras existan el cielo y la tierra, no se le quitará a la ley ni un punto ni una letra, hasta que todo llegue a su cumplimiento. Por eso, el que no obedece uno de los mandatos de la ley, aunque sea el más pequeño, ni enseña a la gente a obedecerlo, será considerado el más pequeño en el reino de los cielos. Pero el que los obedece y enseña a otros a hacer lo mismo, será considerado grande en el reino de los cielos. »Porque les digo a ustedes que, si no superan a los maestros de la ley y a los fariseos en hacer lo que es justo ante Dios, nunca entrarán en el reino de los cielos.

2. Reflexione: ¿Qué palabra o frase corta le llamó la atención o le vino a la mente? Ya sea que esté solo o en grupo, dígalo en voz alta.

3. Lea: Vuelva a leer el pasaje, quizás en una traducción diferente.

4. Reflexione: ¿El pasaje dónde le toca en su vida hoy? Si está con un grupo, comparta sus respuestas entre sí, sin discutir más. Si está solo, diga su respuesta en voz alta o escríbala.

5. Lea: Vuelva a leer el pasaje, quizás en otra traducción diferente.

6. Reflexione: ¿Adónde le está pidiendo Dios que vaya? ¿Dónde, ya sea cerca o lejos, puede cruzar fronteras, escuchar profundamente y vivir como Jesús? Podría considerar escribir su respuesta en un diario y meditar sobre ella en el transcurso de esta semana.

7. Ore: Para terminar, diga la colecta de Epifanía 5 en el Libro de Oración Común (p. 130).

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