Estudio Bíblico

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Estudio Bíblico: Día de Pascua (C) – 2019

April 21, 2019


Isaías 65: 17-25

Cuando pensamos en los adornos de la Pascua: los coloridos huevos, el ponernos lo mejor de los domingos, el cantar los himnos triunfales y hacernos eco de las dulce “Aleluyas” para proclamar al Resucitado, dudo que la mayoría de nosotros consideremos la lectura del Antiguo Testamento. De hecho, la Pascua puede ser uno de los domingos del año en que prestamos la menor atención a las lecturas. Conocemos la historia. Sin embargo, vale la pena hacer una pausa para hacer un balance de las palabras de los profetas hebreos. “Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva”, “no se volverá a oír llanto… ni gritos de angustia”, “el lobo y el cordero comerán juntos, el león comerá pasto, como el buey”. Las vívidas imágenes de este pasaje de Isaías manifiestan el asombroso poder de un Dios que salva a su pueblo, un Dios que logra incluso lo que parece imposible. El profeta predice la promesa de Dios de paz, cumplimiento y longevidad. Como cristianos, creemos que Jesús es fundamental para el plan de salvación de Dios y reconocemos y celebramos la obra salvadora de Dios, que se remonta incluso antes de la vida terrenal de Jesús, a la creación misma.

  • ¿Cómo le infunden a usted esperanza las palabras del profeta?
  • ¿Cómo las imágenes llamativas del profeta ilustran el poder de Dios?
  • ¿Son las palabras de Isaías todavía relevantes hoy?

Salmo 118: 1-2, 14-24

Aquí nuevamente, vemos cómo nuestra celebración de la resurrección se hace eco de la antigua fe en Dios que triunfa sobre el mal. A menudo, cuando nos sentamos a rezar los salmos, ya sea durante la eucaristía o el oficio diario, nos encontramos con una gama de emociones humanas. De la tristeza, el sufrimiento y la profunda pena, a la alegría, el placer y el consuelo, los salmos nos enseñan que cualquiera que sea el estado de ánimo en el que nos encontremos, cualquiera la ocupación que tengamos o lo distraídos que estemos, siempre es apropiado “presentárselo al Señor en la oración”. El salmo de hoy expresa las alegres declaraciones de triunfo y la acción de gracias por la salvación del Señor. Tiene sentido recitarlo el domingo de Pascua. En medio de la eucaristía festiva, nos pide recordar la milagrosa victoria de Dios en el contexto ordinario de nuestras vidas mundanas.

  • Al rezar este salmo, considere especialmente el versículo 24. ¿Cómo actúa Dios en su vida cada día?
  • ¿Nota signos de la presencia de Dios en el mundo que lo rodea?

1 Corintios 15: 19-26

De las palabras de Pablo en la primera carta a los de Corinto surgen las palabras familiares de Pascha nostrum, el himno de celebración de la Pascua que muchas congregaciones cantarán en lugar del Gloria durante la temporada de Pascua. “Cristo ha sido resucitado de los muertos, primicia de los que durmieron. Porque habiendo venido por un hombre la muerte, también por un hombre vino la resurrección de los muertos. Pues así como en Adán mueren todos, así también en Cristo todos serán vivificados. ¡Aleluya!”. Las palabras de Pablo nos ayudan a celebrar la resurrección, pero también representan un intento de explicar teológicamente el evento de la resurrección. Así como morimos diariamente en nuestro pecado, somos resucitados continuamente en virtud del hecho de que hemos sido bautizados en la vida de Cristo, que reclama la victoria final sobre el pecado y la muerte. Pablo aclara que nuestra esperanza en Cristo es una esperanza eterna. Aunque nuestra esperanza cristiana en Jesús ciertamente afecta la forma en que vivimos nuestras vidas incluso ahora, también se extiende más allá de nuestras vidas terrenales, incluso hasta la vida eterna.

  • ¿Solo creemos en Cristo por los beneficios que nos brinda en esta vida?
  • ¿Cómo nuestra esperanza en la resurrección afecta nuestras vidas ahora? ¿Qué promete para nuestras vidas por venir?

Juan 20: 1-18

¿Qué es lo primero que nota en este famoso pasaje del evangelio de Juan? Tal vez sea el temor que usted se imagina se inculca en María Magdalena cuando se da cuenta de que el cuerpo de su Señor ha sido llevado. O quizás le sorprendan los detalles aparentemente aleatorios de que un discípulo supera al otro. Me pregunto si la pronunciación exacta de “Rabbouni!” le hizo tropezar. Si es como yo, -y no tiene la obligación de serlo-, entonces podría pensar un poco más en el hecho de que María se queda en la tumba cuando los discípulos regresan a sus hogares. El texto no nos dice explícitamente por qué lo hace. Podríamos inferir de su llanto que necesita espacio para llorar la pérdida de Jesús por segunda vez. A diferencia de Pedro y Juan, ella todavía no entiende que él ha resucitado, ¡pero está a punto de hacerlo! En medio de su desesperación, Jesús viene. Se le acerca en el momento más vulnerable, cuando menos lo espera, y más lo necesita.

  • Jesús tiene una manera divertida de aparecerse justo cuando lo necesitamos, especialmente cuando no lo esperamos. ¿El Resucitado viene a usted de esa manera?
  • ¿Le sorprende Jesús alguna vez apareciendo justo cuando más lo necesitas? ¿Cómo sabe que está ahí?

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Contacto:
Rvdo. Richard Acosta R., Th.D.

Editor, Sermones que Iluminan

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