Estudio Bíblico: Cuaresma 5 (C) – 6 de abril de 2025

LCR: Isaías 43:16-21; Salmo 126; Filipenses 3:4b-14; Juan 12:1-8

Isaías 43:16-21

«Voy a hacer algo nuevo, ya está sucediendo, ¿no lo notan?». El autor de Isaías proclama una exaltación profética a un pueblo israelita cansado que vive en el exilio en Babilonia. Los antiguos israelitas fueron despojados de sus tierras natales, y ahora residen y adaptan viejas costumbres y tradiciones en un lugar extraño. Isaías intenta dar sentido a este momento desorientador en la historia de Israel. Isaías dirige al pueblo a recordar el pasado recurriendo a imágenes del Éxodo. ¿Puedes oír y ver la historia del Éxodo en este pasaje del leccionario? «Así dice el Señor, que abre un camino en el mar, un sendero en las aguas poderosas, que saca carros y caballos, ejército y guerreros…» La memoria colectiva, una memoria compartida de importancia cultural para un grupo de personas, cautiva inmediatamente los sentidos del antiguo oyente israelita para oír, ver, tocar y oler la separación del Mar Rojo, los carros egipcios en persecución y la liberación de Dios en circunstancias improbables.

A partir de una circunstancia improbable, Isaías proclama con valentía que Dios está haciendo algo nuevo. Dadas las circunstancias, habría sido un desafío para el pueblo exiliado ver este rayo de esperanza surgir del desierto del cansancio. Pero Dios estaba dando a los cansados israelitas la esperanza de que Dios daría«agua en el desierto, ríos en la tierra estéril, para dar de beber a [su] pueblo elegido».

Para el lector moderno, este es un mensaje para nosotros también: recordar esas historias del pasado en las que encontramos a Dios y ver de nuevo cómo Dios está en medio de nosotros haciendo algo nuevo. ¿No puedes percibirlo?

• ¿Qué historias y recuerdos han dado forma a tu camino de fe?
• ¿Cómo te impulsa este pasaje a orar para percibir cómo Dios está haciendo algo nuevo?

Salmo 126

El Salmo 126 es un canto de ascensión que probablemente cantaban los antiguos peregrinos cuando viajaban a Jerusalén para adorar a Dios. Los estudiosos no han podido determinar cuándo se escribió el salmo; sin embargo, el salmo se sitúa inmediatamente en la topografía de Judea: Sión, una colina en Jerusalén, y los cursos de agua del Néguev, un desierto en la actual Israel y Palestina. El salmo es una esperanza de que el Señor restaurará la fortuna de Sión. Sion es la colina física, pero también un lugar de culto central y una referencia a la Tierra de Israel. El salmista no nombra el estado de Sion, pero se puede inferir que posiblemente ha sido saqueado, y los antiguos israelitas han sembrado muchas lágrimas. Sin embargo, el salmista, con el retorno de la riqueza material y espiritual a la tierra, anticipa que el pueblo estará lleno de risa, gritando y cantando canciones de alegría, y que la tierra dará mucho fruto, ya que el pueblo regresará cargando sus gavillas.

El Salmo 126 ilustra la conexión entre los antiguos israelitas y la tierra de Israel: el salmista espera tanto la restauración de la tierra como la restauración de los espíritus del pueblo a la alegría.

Si puede, salga a caminar para observar la topografía del paisaje y considere las siguientes preguntas:

• ¿Dónde ha encontrado a Dios en la tierra o en el lugar?
• ¿Qué esperanzas podría tener para esta tierra o lugar?
• ¿Qué te ha dado esta tierra o este lugar?

Filipenses 3:4b-14

¿Qué significa conocer? En el lenguaje cotidiano, conocer algo o a alguien es un ejercicio cognitivo de adquisición de conocimientos sobre un tema o una persona. En la epístola, el apóstol San Pablo habla de su antigua condición de fariseo y de lo que ganó como pérdida total en comparación con«el bien supremo de conocer a Cristo Jesús, mi Señor». Para San Pablo, conocer a Jesús no es simplemente un ejercicio intelectual cerebral, sino una forma experiencial y corporal de conocer. Pablo quiere compartir el sufrimiento de Cristo y conocer el poder de su resurrección. No está del todo claro a qué renunció Pablo en términos de estatus, riqueza material y lazos familiares para seguir a Jesús, pero sí sabemos que Pablo fue encarcelado y ejecutado por el Imperio Romano.

Pablo nos recuerda que conocer a Jesucristo es un esfuerzo intelectual y un conocimiento experiencial que nos invita con la mente, las manos y los pies a seguir a Cristo. No es tarea fácil unirse a los sufrimientos de Cristo o conocer el poder de la resurrección de Cristo.

• ¿Cómo podrían los ejemplos de San Pablo invitarte a experimentar el conocimiento de Jesucristo de una manera nueva?
• ¿A qué has renunciado para seguir a Jesús?

Juan 12:1-8

Un grupo de amigos se reúne alrededor de una mesa para festejar. Lázaro, a quien Jesús resucitó de la tumba, es el anfitrión de la fiesta. Marta atiende a Jesús y a los discípulos, posiblemente con comida y vino. María derrama una costosa botella de nardo sobre los pies de Jesús. Su acto de devoción es el punto focal del cuadro de amigos.

Las narraciones de esta historia del Evangelio se centran acertadamente en la devoción sacrificial de María y en la dura reprimenda de Jesús a Judas. Hay mucho que podemos aprender de la devoción de María y del ingenio de Jesús, pero no puedo evitar llamar su atención sobre la compañía de amigos que rodean la mesa: ¿qué notan que hacen María, Marta y Lázaro? Henri Nouwen observa eruditamente que la hospitalidad es «la creación de un espacio libre donde el extraño puede entrar y convertirse en un amigo en lugar de un enemigo».María, Marta y Lázaro crean un espacio libre y espacioso para que se formen y profundicen las amistades.

La vida moderna del siglo XXI, con sus interminables listas de tareas pendientes y un aluvión constante de información electrónica, está muy lejos de la Palestina del siglo I; el ritmo implacable deja poco espacio para la reflexión, el descanso o la práctica de la hospitalidad genuina. Marta, María y Lázaro también debían de tener preocupaciones e inquietudes, pero con su esfuerzo compartido echando una mano en lo que podían, crearon un festín rebosante de afecto y amor por Jesús.

• ¿Qué personaje de la historia te atrae más?
• ¿Cómo podría Dios estar incitándote a practicar la hospitalidad?
• ¿Dónde podrías necesitar recibir hospitalidad de Dios o de otros?

Milton Gilder es seminarista en Berkeley Divinity School en Yale.

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