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Estudio Bíblico: Cuaresma 3 (A) – 2023
March 12, 2023
LCR: Éxodo 17:1-7; Salmo 95; Romanos 5:1-11; Juan 4:5-42
Éxodo 17:1-7
Aquí, en el desierto, encontramos a los israelitas en las afueras del Sinaí, tan cerca y tan lejos. Sin embargo, la distancia se hace tan larga no porque haya que andar mucho, sino porque sus corazones han vagado una vez más hacia Egipto, incluso mientras sus pies los llevaban cada vez más cerca de esa montaña sagrada. Note que en los versículos 5-6, Dios instruye a Moisés a “ir delante del pueblo” llevándose a algunos de los ancianos con él. ¿A dónde van? A Horeb, un nombre que a menudo se usa para el Sinaí en las Escrituras, donde Dios le ha ordenado a Moisés que actúe.
Podríamos estar inclinados a pensar que fue un pozo el que se abrió después de que Moisés golpeó la roca por mandato de Dios; pero no, sucedió algo más milagroso. El agua brotó de la roca y corrió más allá de Moisés, más allá de los ancianos que estaban con él. Pasó junto a todos ellos, saliendo de ese lugar llamado Masá y Meribá. Fluyó todo el camino de regreso a Rafidin donde la gente estaba sentada esperando. Fue allí en Rafidin donde bebieron los israelitas. Fue allí, bebiendo esa agua que brotaba de una fuente invisible, cuando recordaron que el Señor estaba en verdad entre ellos
- ¿Dónde está e “Rafidin” de usted? ¿Dónde se encuentras atrapado y sediento?
- A menudo, podemos encontrarnos preguntándonos: “¿Está el Señor entre nosotros o no?” y, como los israelitas, la respuesta de que Dios está con nosotros puede venir de un lugar inesperado. ¿De qué fuentes invisibles sacia usted su sed espiritual? ¿De dónde brota su agua?
- ¿En qué momento se adelantó a sus vecinos, como Moisés, para calmar su espíritu inquieto? ¿Qué sucedió?
Salmo 95
Un salmo familiar, en el que el salmista nos recuerda quién es Dios, la magnificencia y la presencia de Dios. El salmista también nos invita a participar en este recordatorio uniéndonos a la recitación del salmo 95 “Venid, cantemos al Señor; cantemos con júbilo a la Roca de nuestra salvación”. Desde el principio, este salmo nos invita a un acto de adoración, una postura de oración. No es de extrañar que tan a menudo haya sido el comienzo de nuestros días en la oración de la mañana.
El salmista recuerda que Moisés golpeó la roca porque el pueblo se había olvidado de la presencia de Dios entre ellos y perdió la esperanza en la magnificencia de Dios. El salmo 95 sirve para ayudarnos a recordar y mantener esa esperanza declarando con cánticos y gritos las cosas gloriosas que nuestro Dios ha hecho, para que, en tiempos de tribulación y júbilo, no nos olvidemos de nuestro Dios
- ¿Dónde ha visto a Dios trabajando en su vida y en la vida de quienes le rodean?
- ¿Cómo le ayuda su comunidad a adorar y orar? ¿Cómo les ayuda usted a que hagan lo mismo?
Romanos 5:1-11
Aquí, San Pablo muestra una serie de etapas por las cuales entendemos la gracia que nos ha sido concedida en Cristo Jesús. En esta colección de lecturas, San Pablo no solo reflexiona sobre las experiencias de los primeros cristianos; también está recordando las experiencias de Israel descritas en la Torá o el Pentateuco, los primeros cinco libros de la Biblia.
Éxodo 17:1 nos recuerda que los israelitas viajaron por etapas como Dios ordenó. Aquí, en Romanos 5:1-5, San Pablo explica las etapas por las cuales llegamos a reconocer la gracia que hemos recibido y descubrir la esperanza que mantenemos de que podamos compartir la Gloria de Dios.
San Pablo escribe que el sufrimiento produce la paciencia, de ella nace el carácter, que produce la esperanza, que no defrauda. Sin embargo, no debemos tomar las palabras de San Pablo como un estímulo para buscar el sufrimiento o, peor aún, para infligir sufrimiento a nuestro prójimo. En cambio, debemos leer sus palabras como un recordatorio pastoral de que, aunque a veces nos encontremos en problemas y sufrimiento, Dios todavía está allí con nosotros, incluso si nos hemos causado problemas a nosotros mismos.
- Reflexione sobre su viaje espiritual hasta este momento. Está lleno de etapas; ¿Qué etapas se destacan en este momento?
- San Pablo nos muestra cómo él y algunas personas encuentran esperanza incluso en el sufrimiento. Por supuesto, el sufrimiento no es el único lugar donde podemos descubrir la esperanza. ¿Dónde encuentra esperanza? ¿Hay lugares o etapas sorprendentes en las que encontró esperanza en Dios?
Juan 4:5-42
Anteriormente en el Éxodo, Dios se puso ante una roca e instruyó a Moisés para que la golpeara con su bastón. Aquí, una vez más, mucho más visible, Dios está ante una roca de donde se puede sacar agua. Esta vez, una mujer se queda perpleja ante Dios que se sienta, cansado de caminar, junto al pozo de Jacob.
“¿Cómo puedes pedirme de beber?” pregunta la mujer. Ella era samaritana y él judío. ¿Se dio cuenta la mujer de que estaba cansado? Por cansado que haya estado, estaba lleno de vida, y le prometió a ella esa misma vida: agua que “se convertirá en ellos en una fuente de agua que salte para vida eterna”. Eventualmente, ella reflexiona en voz alta sobre la venida del Mesías, y Jesús, nuestro Dios, le revela que él es, de hecho, el Mesías. Esta mujer se convierte en la primera evangelista; corre de regreso a la ciudad, Sicar, y proclama lo que ha visto y oído, y muchos llegan a creer.
No solo les habla de Jesús, sino que también los invita a venir y percibir. Note también, que incluso mientras proclama, todavía no está segura: “Él no será el Mesías, ¿o sí?” Incluso ella sigue creciendo por etapas y sedienta del agua viva.
- Piense en un momento en el que alguien inesperado le ayudó o le pidió ayuda. ¿Qué sucedió?
- La gente de Sicar percibe a Jesús por la mujer samaritana. ¿Quién en su vida le ha ayudado a percibir a Jesús?
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