Estudio Bíblico: Cuaresma 2 (B) – 2021

RCL: Génesis 17: 1-7, 15-16; Salmo 22: 22-30; Romanos 4: 13-25; San Marcos 8: 31-38

Génesis 17: 1-7, 15-16

En este pasaje, somos testigos de otro en una larga historia de intercambios entre Dios y Abraham. Abraham escucha, receptivo y humilde, mientras Dios hace su pacto eterno. El pacto es una promesa de que él y Sara, hasta ahora sin hijos, serán los precursores de multitudes, de reyes y naciones. Esta es una promesa espectacular, dado que Sara y Abraham están mucho más allá de la edad fértil. Dios les da a Abram y Sara nuevos nombres, lo que significa su nuevo papel como progenitores de multitudes con Yahveh como su Dios.

Hay muchos casos en la vida de Abraham en los que va en su propia dirección y es influenciado por el miedo o los deseos de los demás. También tiene una fe permanente en Dios y sigue la dirección de Dios, incluso cuando esa dirección parece improbable e incluso imposible. La fidelidad de Abram palidece en comparación con la generosidad y la gracia de Dios.

• Recuerde un momento en el que la generosidad y las promesas de Dios le dieron una nueva dirección.
• Nuestras vidas pueden parecer pequeñas en comparación con la monumental historia de Abraham. Pero Dios es tan generoso y fiel con nosotros como con él. ¿Cómo describiría hoy la fidelidad de Dios para con usted y su fidelidad a él?
• En este pasaje, la única acción de Abraham es una humilde aceptación de la promesa y la dirección de Dios. ¿Cómo responde usted a la dirección y las promesas de Dios?

Salmo 22: 22-30

Esta lectura comienza en la mitad del Salmo 22, luego de sombríos momentos de desesperación y muerte donde las súplicas y oraciones aparentemente no han recibido respuesta. Aquí hay un punto de inflexión: una exhortación a alabar y glorificar al Señor. ¿Por qué? Porque Dios escucha a quienes comparten su dolor con él. Porque Dios está con nosotros en todo momento, incluso cuando no podemos sentir su presencia, ni siquiera en la muerte. Y “nosotros” significa todos, incluidos los más pobres y abandonados de entre nosotros. Todos serán escuchados, recordados y satisfechos a lo largo de todos los tiempos para quienes se dirijan a él. Los versículos finales se elevan con una promesa de liberación de las generaciones futuras. Nuestra tarea es seguir orando, reconociendo que necesitamos urgentemente la ayuda de Dios y que Él es nuestra fuerza.

• Este Salmo nos pide que reflexionemos sobre la presencia y la bondad de Dios incluso cuando no podemos sentirlas. Si está de acuerdo, ¿cómo le expresaría esto a alguien que lucha con esta idea?
• En nuestra cultura, la naturaleza de Dios a menudo se ha descrito como que está arriba o que nos mira con desprecio, en lugar de estar con nosotros, especialmente en nuestro dolor, nuestra caída, nuestra desesperación. Describa cómo ve a Dios estando con nosotros y para nosotros en tiempos difíciles.

Romanos 4: 13-25

¡Este pasaje de la carta a los romanos es un poco como un estudio bíblico antiguo sobre la lectura de hoy del Génesis! Pablo lo expone muy bien: Abraham no creyó que las leyes antiguas fueran el principio y fin de todo, él aceptó la palabra de Dios. El simple cumplimiento de las leyes hace que la fe carezca de sentido. Más bien, la fe de Abraham se perpetúa a sí misma, es creativa e inspira confianza. La promesa de Dios de que sería “padre de muchas naciones” fluye de la fe de Abraham. Pablo les recuerda a los romanos que la promesa de Dios también se aplica a ellos. Y nosotros también podemos tomarlo en serio; la fe y la confianza en Dios nos unen a las promesas creativas y generativas de Dios.

• ¿Cómo ha visto a Dios hacer lo aparentemente imposible en su vida o en la vida de los demás?
• Es fácil pensar que debemos seguir muchas reglas y hacer cosas buenas para ser aceptados por Dios, en lugar de confiar en su gracia. ¿Cómo explicaría tener fe en la gracia y las promesas de Dios a alguien que lucha con este concepto?

San Marcos 8: 31-38

Jesús es claro en este pasaje, sin endulzar su destino. Será rechazado, sufrirá, morirá y resucitará, les dice a sus discípulos, lo que provoca una reprimenda de Pedro. Jesús, a su vez, regaña a Pedro por pensar desde una perspectiva humana en lugar de una perspectiva divina. Jesús continúa con un mensaje igualmente difícil para sus seguidores. Seguirlo significa perder la vida y tomar la cruz.

“Seguir” a Jesús es negar los propios caprichos y deseos y hacer lo correcto, lo que se te ha encomendado. Jesús no quería morir en una cruz, pero vemos que confiaba en la gloria de Dios que estaba por venir, a pesar de los dolorosos costos. Es importante tener en cuenta que, como alguien que amaba a Jesús, Pedro tenía buenas intenciones en su “perspectiva humana”. Ciertamente, se horrorizó al pensar en el sufrimiento y la muerte de Jesús.

• Recuerde un momento de su vida en el que recibió buenas intenciones y consejos amorosos que le impidieron hacer lo que sabía que tenía que hacer. O un momento en el que se ha visto obligado a aconsejar a alguien que no haga algo costoso y doloroso que se sintió llamado a hacer. ¿Siente la tensión entre lo humano y lo divino en este recuerdo?
• Este pasaje genera preguntas sobre lo que valoramos y lo que estamos dispuestos a renunciar por esos valores. ¿Cuándo le han pedido que renuncie a los placeres del momento por cosas duraderas? ¿Que renuncie a la elección popular por lo más importante? ¿Qué renuncia a la ganancia por el honor?

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