Estudio Bíblico: Cuaresma 2 (A) – 2020

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Génesis 12: 1-4a

En este pasaje, leemos acerca del llamamiento de Abram. Dios lo llama para que lleve a su familia, salga de la casa de su padre y se adentre en una tierra extraña y desconocida. Dios promete a Abram que si hace esto, Dios hará una gran nación de Abram y sus descendientes y lo bendecirá. No solo eso, si Abram responde al llamado de Dios, todas las naciones de la tierra serán bendecidas.

El que Dios le llamara significaba que tenía que abandonar la seguridad de la casa de su padre. Él y su familia tuvieron que viajar lejos a una tierra extranjera. Ni siquiera sabía a dónde los estaba enviando Dios, pero sabía que allí serían extraños, y que la tierra a la que estaban entrando podría ser un lugar donde no serían bienvenidos. Dios pedía a Abram que abandonara todo lo que conocía, para dar un salto extraordinario de fe, para poner su confianza absoluta en Dios, y para ponerse a sí mismo y a su familia completamente en las manos de Dios. Pero con ese salto de fe vino la promesa de bendición de Dios sin medida, no solo para Abram y su familia, sino para todo el mundo.

A veces, Dios nos pide que demos un salto de fe. Y a veces, dar ese salto significa hacer un cambio, dejar algo atrás, alguna forma de vivir o pensar que ya no funciona para nosotros. Cuando nos encontramos en esos momentos, podemos elegir quedarnos donde estamos o mudarnos con fe a una tierra desconocida, con la seguridad de que Dios siempre está con nosotros.

• ¿Hay algo que deba “abandonar” para responder al llamamiento de Dios?
• ¿Cómo podría compartir las bendiciones que Dios le ha dado para que puedan ser una bendición para los demás?

Salmo 121

Este salmo contiene algunas de las palabras más hermosas y reconfortantes para nosotros en momentos de dolor o problemas. Nos asegura que Dios siempre está con nosotros. El lenguaje del salmo evoca diferentes imágenes de la protección de Dios. Primero, podemos imaginar una figura solitaria que mira hacia las colinas y recuerda a Dios como el Creador. Luego, las imágenes cambian para hablar de Dios como un vigilante nocturno, a quien se le acusa de permanecer despierto toda la noche para mantener a salvo al resto de la gente de la ciudad. Habla de Dios como una sombra del calor del día y un refugio en la noche. Todo lo que hagamos, donde quiera que vayamos, Dios está con nosotros, especialmente en nuestro sufrimiento.

• ¿Qué hace para recordar la presencia de Dios en su vida?
• ¿En qué ocasiones notó que Dios le estaba cuidando?

Romanos 4: 1-5, 13-17

La fe de Abram es nuevamente el tema de la lectura de la epístola. Pablo señala a Abram como el ejemplo de la fe. Además, Pablo dice que fue la fe de Abram, y solo la fe, lo que le trajo la promesa de la bendición de Dios. Al establecer una yuxtaposición entre la ley y la fe, Pablo no tiene la intención de denigrar la ley, sino que quiere demostrar a los lectores el milagro de la gracia de Dios. Pablo utiliza la metáfora de alguien que trabaja y se le paga el sueldo adeudado en comparación con alguien que no trabaja y de todos modos se le paga el salario. Así es como funciona la gracia de Dios. Pablo nos dice que la promesa de Dios se extiende a todas las personas, incluidas las que no conocían la ley. Nos muestra que la gracia de Dios es para todo el mundo que tiene fe en Dios. A través de la promesa de Dios de la bendición para todas las naciones, todos somos hijos de Abram.

El abundante amor de Dios es un regalo para todos nosotros, incluso cuando no lo merecemos. Ningún ser humano es perfecto. Todos cometemos errores. Sin embargo, incluso cuando nos quedamos cortos, incluso cuando no “trabajamos”, podemos confiar en la gracia y la misericordia de Dios.

• ¿Ha habido un momento en su vida en el que no ha “trabajado” pero le han “pagado” de todos modos?
• ¿Dónde ha visto signos de la gracia de Dios en su vida?

Juan 3: 1-17

Nicodemo, maestro y líder de la comunidad judía, viene a hablar con Jesús en la noche. Ha visto las señales que Jesús realizó en Jerusalén. Nicodemo quiere entender quién es Jesús y lo que está diciendo, pero no quiere que lo vean hablando con él. Nicodemo reconoce que hay algo especial en Jesús y dice que ha “venido de Dios”. Sin embargo, Nicodemo todavía no comprende toda la realidad de lo que Jesús le está diciendo. Jesús habla de haber “nacido de lo alto”, pero Nicodemo lo toma literalmente. Jesús está hablando de un renacimiento espiritual que proviene de la fe en Dios. Al igual que el viento, el Espíritu no es algo que pueda ser controlado o manipulado. Funciona misteriosamente. Nicodemo busca respuestas concretas a sus preguntas, pero Jesús parece estar hablando en un idioma diferente. Desafía a Nicodemo a comprender que Dios ama tanto al mundo que dio a su único Hijo para salvarlo.

A veces, podemos enredarnos en preguntas teológicas confusas. A veces, pasamos por tiempos de deambulación espiritual en la oscuridad. A veces, solo queremos respuestas concretas a las preguntas. Jesús nos dice, simplemente, que la respuesta a todas nuestras preguntas es el amor.

• ¿Alguna vez se ha sentido incómodo al expresar su fe, sus preguntas, sus dudas?
• ¿Cómo responde cuando Dios le reta a ir más allá de su zona de confort?

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