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San Santiago de Jerusalén: Hermano de nuestro Señor Jesucristo y mártir, c. 62
La Colecta:
Concede, oh Dios, que tu Iglesia, siguiendo el ejemplo de tu siervo Santiago el Justo, hermano de nuestro Señor, se dedique continuamente a la oración y la reconciliación de todos los que están en desacuerdo y enemistad; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, un solo Dios, ahora y por siempre. Amén.
Primera Lectura: Hechos 15:12-22a
12 Todos se callaron y escucharon mientras Bernabé y Pablo hablaban de las señales y milagros que Dios había hecho por medio de ellos entre los no judíos. 13 Cuando terminaron de hablar, Santiago dijo: —Hermanos, óiganme: 14 Simón nos ha contado cómo Dios favoreció por primera vez a los no judíos, escogiendo también de entre ellos un pueblo para sí mismo. 15 Esto está de acuerdo con lo que escribieron los profetas, como dice en la Escritura:
16 “Después de esto volveré
y reconstruiré la caída choza de David;
reconstruiré sus ruinas
y la volveré a levantar,
17 para que los demás busquen al Señor
junto con todas las naciones
que han sido consagradas a mi nombre.
18 El Señor, que dio a conocer estas cosas
desde tiempos antiguos,
ha dado su palabra.”
19 »Considero, por lo tanto, que no se les debe imponer cargas innecesarias a aquellos que, no siendo judíos, dejan sus antiguas creencias para seguir a Dios. 20 Basta con escribirles que se aparten de todo lo que haya sido contaminado por los ídolos, que eviten los matrimonios prohibidos y que no coman carne de animales estrangulados o ahogados, ni tampoco sangre. 21 Porque desde los tiempos antiguos hay en cada pueblo quienes predican la ley de Moisés, la cual se lee en las sinagogas cada sábado.
22 Los apóstoles y los ancianos, con toda la iglesia, decidieron escoger algunos de entre ellos y enviarlos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé.
Salmo: 1
1 Bienaventurado el que no anduvo en consejo de malos, *
ni estuvo en camino de Pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
2 Sino que en la ley del Señor está su delicia, *
y en su ley medita de día y de noche.
3 Será como el árbol plantado junto a corrientes de aguas,
que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae, *
y todo lo que hace prosperará.
4 No así los malos, no así, *
que son como el tamo que arrebata el viento.
5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, *
ni los pecadores en la congregación de los justos;
6 Porque el Señor conoce el camino de los justos, *
mas la senda de los malos perecerá.
Nuevo Testamento: 1 Corintios 15:1-11
1 Ahora, hermanos, quiero que se acuerden del evangelio que les he predicado. Éste es el evangelio que ustedes aceptaron, y en el cual están firmes. 2 También por medio de este evangelio se salvarán, si se mantienen firmes en él, tal como yo se lo anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano.
3 En primer lugar les he enseñado la misma tradición que yo recibí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; 4 que lo sepultaron y que resucitó al tercer día, también según las Escrituras; 5 y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. 6 Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos ya han muerto. 7 Después se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles.
8 Por último se me apareció también a mí, que soy como un niño nacido anormalmente. 9 Pues yo soy el menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco llamarme apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero soy lo que soy porque Dios fue bueno conmigo; y su bondad para conmigo no ha resultado en vano. Al contrario, he trabajado más que todos ellos; aunque no he sido yo, sino Dios, que en su bondad me ha ayudado. 11 Lo que importa es que, tanto yo como ellos, esto es lo que hemos predicado, y esto es lo que ustedes han creído.
El Evangelio: Mateo 13:54-58
54 Jesús llegó a su propia tierra, donde comenzó a enseñar en la sinagoga del lugar. La gente, admirada, decía: —¿Dónde aprendió éste todo lo que sabe? ¿Cómo puede hacer esos milagros? 55 ¿No es éste el hijo del carpintero, y no es María su madre? ¿No es el hermano de Santiago, José, Simón y Judas, 56 y no viven sus hermanas también aquí entre nosotros? ¿De dónde le viene todo esto?
57 Y se resistían a creer en él. Pero Jesús les dijo: —En todas partes se honra a un profeta, menos en su propia tierra y en su propia casa.
58 Y no hizo allí muchos milagros porque aquella gente no tenía fe en él.
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Las lecturas del Antiguo Testamento, el Nuevo Testamento y los Evangelios provienen de la Biblia Nueva Versión Estándar Revisada: Edición Anglicana, copyright 1989, 1995, División de Educación Cristiana del Consejo Nacional de las Iglesias de Cristo en los Estados Unidos de América. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.
Las Colectas, Salmos y Cánticos son del Libro de Oración Común, 1979.
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