Estudio Bíblico: Propio 11 (C) – 2013

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Amos 8:1-12

Nuestro entorno inmediato no siempre es el mejor indicador del gran mundo que nos rodea. A veces, como Amos, nosotros podemos ver que la canasta de frutas que se sienta delante de nosotros es, además, una cesta de fruta. Esa cesta de fruta, sin embargo, podría ser el sustento de una persona. O podría ser el medio para conjurar el hambre constante de otra persona. La obra de Dios en el mundo trasciende las fronteras del tiempo y el espacio, pero los seres humanos deben soportar los límites del tiempo y el espacio – aunque sólo sea por un rato. El mensaje de la justicia social de Amos demuestra que la forma en que tratamos a la gente refleja en última instancia, la forma en que tratamos a Dios. Podemos preguntarnos constantemente: ¿Qué hay más allá de la canasta de frutas?

• ¿Cómo ve más allá de lo que está delante de usted?

Salmo 52

Este salmo atribuido a David condena a un líder no identificado. El orador ataca el lenguaje del enemigo de manera que critica la manera total de vivir del enemigo en el mundo. El orador afirma, además, que Dios fácilmente arrancará y destruirá a aquel que habla con tanta maldad. Por otro lado, el salmista, como el olivo, sigue firmemente plantado en el suelo. Este pasaje revela un Dios del que muchos de nosotros no nos gusta pensar. También revela algunas de las formas dañinas en que nos relacionamos unos con otros. No importa cómo hagamos girar este salmo, éste ilustra un retrato difícil de la lucha de caminar con Dios y entre sí. También revela la lucha de pie en contra de Dios en compañía de aquellos que están tratando de caminar con Dios. En última instancia, cada palabra y cada frase importa.

• ¿De qué manera las palabras dan forma a lo que creemos?
• ¿Cómo las palabras identifican quiénes somos?

Colosenses 1:15-28

A menudo, el hogar en Cristo se siente que va contra de la cultura de ritmo rápido en nuestro entorno. Y así nos reunimos los cristianos para celebrar al Dios que amamos y para aprender más sobre esta casa que ocupamos. A veces, la familia que vive en Cristo puede comenzar a sentirse un poco demasiado estrecho, un poquito familiar. En algunos días, es posible que incluso deseemos dejar esta casa en busca de algo más cómodo. Pablo nos anima, sin embargo, a que nos centremos en la inmensidad de la vida en Cristo y de apreciar la gran diversidad que Dios representa. Además, la vida en Cristo nos obliga a compartir esta hermosa morada con los que ni siquiera se podría saber que existe un lugar así. ¿Se imaginan como sería oír hablar de dicho lugar por primera vez? ¡Cuán glorioso es dar la bienvenida a nuevos miembros a una casa tan infinita!

• ¿Cómo se puede habitar en Cristo? ¿Dios? ¿Unos a otros?
• ¿Cuáles son algunas maneras en que usted comparte con otros su vida en Cristo?

Lucas 10:38-42

¡Qué alegría es tomar un descanso en compañía de amigos que nos aman cuando viajamos! El relato del evangelio de Lucas está repleto de pequeñas viñetas de los encuentros de Jesús con sus vecinos: cura a los niños y un esclavo centurión, y alimenta a una multitud con pocos ingredientes. El relato de María y Marta retratados aquí viene justo después de la parábola del Buen Samaritano, en la que Jesús trata de ilustrar lo que es un vecino. En el relato de María y Marta, es muy fácil que nos quedemos atrapados en las etiquetas de juicio: María, la vecina buena, Martha, la vecina mala. El significado más profundo de esta historia, sin embargo, es la necesidad que tenemos de construir espacios de nuestra vida donde las relaciones son la prioridad número uno. Nuestras casas no siempre se pueden ver de la forma en que queremos, pero hasta una casa digna de aparecer en los últimos Mejores Casas y Jardines [Better Homes and Gardens] no siempre crean un espacio donde las relaciones pueden crecer. Ese espacio comienza dentro de nuestros corazones.

• ¿Qué determina a un vecino?
• ¿Cuál es su ministerio vecino?

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