An abridged version of the Presiding Bishop’s Easter Message 2022 is reprinted here. Watch and read the entire message by scanning the QR code below or visiting https://iam.ec/easter2022.
In Matthew’s gospel, the resurrection of Jesus is introduced this way: “After the Sabbath, as the first day of the week was dawning, Mary Magdalene and the other Mary went to see the tomb. And suddenly there was a great earthquake, for an angel of the Lord had descended from heaven, came and rolled back the stone before the tomb until it was open.”
A number of years ago, when I was serving as the bishop of North Carolina, one of our clergy, the Rev. James Melnyk, offered a workshop on the Saturday before Palm Sunday on how to design, and color, and make Easter eggs.
I attended the workshop with a number of other people from around the Raleigh area and did my best to make an Easter egg. But Jim was a master at doing so. You see, Jim’s family hailed from Ukraine, and he had been making those Easter eggs from childhood, and spoke of his grandmother and the family tradition that hailed from Ukraine, the making of those Easter eggs. I knew the significance of the Easter egg and Easter. I knew the stories and the truth and the teachings about the coming of new life into the world, and the connection of life emerging from an egg, and Jesus rising from the dead, bringing new life and hope into our world.
But it became clear to me, in the last month or so, in this time when the people of the Ukraine are struggling for their freedom, struggling to be what God intends for all people to be, free people, that, that egg, which is deeply embedded in the life and the consciousness of the people of Ukraine, that those Easter eggs are not just mere symbols, but reminders of the reality of the resurrection of Jesus. Think back. On Palm Sunday, Jesus entered Jerusalem, as we know, riding on a donkey. That was a deliberate act on his part.
He entered Jerusalem at about same time that Pontius Pilate, the governor of Rome, would’ve been entering the city from the other side, from the other gate. Pilate would’ve been riding a war horse, accompanied by a cavalry and infantry. He would’ve been riding in the streets of Jerusalem at this, the dawn of the Passover, which was a celebration of Jewish freedom. Harking back to the days of Moses and the Exodus, Pilate knew that the people would remember that God decreed freedom for all people, and that the Roman empire, which held Judea as a colony, would need to put down, by brute force, any attempt to strike a blow for their freedom.
So, Pilate entered Jerusalem on a war horse, and Jesus entered Jerusalem on a donkey. The way of humility, the way of the love that we know from the God who is love, the way of truth, the way of compassion, the way of justice, the way of God, the way of love. That way faced the way of the world, brute force, totalitarian power, injustice, bigotry, violence, embodied in Pontius Pilate, governor of Rome. And the rest of the week was a conflict between the way of the empire and the way of the kingdom or the reign of God’s love…
17 de abril de 2022 – Pascua (C)
Obispo primado Curry: Mensaje de Pascua 2022
Aquí se reproduce una versión abreviada del Mensaje de Pascua de 2022 del Obispo Primado. Mire y lea el mensaje completo escaneando el código QR a continuación o visitando https://iam.ec/easter2022.
En el evangelio de Mateo, la resurrección de Jesús se presenta de esta manera: «Cuando pasó el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, María Magdalena y la otra María fueron a visitar el sepulcro. De pronto, hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo, removió la piedra, y se sentó sobre ella».
Hace varios años, cuando prestaba servicios como obispo de Carolina del Norte, uno de nuestros clérigos, el Rdo. James Melnyk, ofreció un taller, el sábado que antecede al Domingo de Ramos, sobre cómo diseñar, colorear y hacer huevos de Pascua.
Asistí al taller con otras personas del área de Raleigh y puse mi mayor empeño en hacer un huevo de Pascua. Pero Jim era un maestro haciéndolos. Vean, la familia de Jim provenía de Ucrania, y él había estado haciendo esos huevos de Pascua desde la infancia, y habló de su abuela y de la tradición familiar que provenía de Ucrania: la elaboración de esos huevos de Pascua. Yo conocía el significado del huevo de Pascua y de la Pascua. Conocía las historias y la verdad y las enseñanzas sobre la llegada de una nueva vida al mundo, y la conexión de la vida que emerge de un huevo, y de Jesús resucitando de entre los muertos y trayendo nueva vida y esperanza a nuestro mundo.
Pero se me hizo evidente, a lo largo del último mes, más o menos, en este momento en que el pueblo de Ucrania lucha por su libertad, lucha por ser lo que Dios quiere que todas las personas sean, libres, que ese huevo, que está profundamente arraigado en la vida y la conciencia del pueblo de Ucrania, que esos huevos de Pascua no son meros símbolos, sino recordatorios de la realidad de la resurrección de Jesús. Recuerden. El Domingo de Ramos, Jesús entró en Jerusalén, como sabemos, montado en un asno, lo cual constituía una acción deliberada de su parte.
Entró en Jerusalén aproximadamente al mismo tiempo que Poncio Pilato, el gobernador de Roma, entraba en la ciudad por el otro lado, por la otra puerta. Pilato lo habría hecho montado en un caballo de batalla, acompañado de caballería e infantería. Habría cabalgado por las calles de Jerusalén en este, el amanecer de la Pascua, que era una celebración de la libertad judía. Remontándose a los días de Moisés y del Éxodo, Pilato debió saber que el pueblo recordaría que Dios decretó la libertad de todas las personas, y que el Imperio romano, que mantenía a Judea como colonia, tendría que sofocar, por la fuerza bruta, cualquier intento de rebelarse por su libertad.
Luego, Pilato entró en Jerusalén en un caballo de batalla, y Jesús entró en Jerusalén en un asno. El camino de la humildad, el camino del amor que conocemos del Dios que es amor, el camino de la verdad, el camino de la compasión, el camino de la justicia, el camino de Dios, el camino del amor. De esa manera enfrentó el camino del mundo, la fuerza bruta, el poder totalitario, la injusticia, el fanatismo, la violencia, encarnados en Poncio Pilato, gobernador de Roma. Y el resto de la semana fue un conflicto entre el camino del imperio y el camino del reino o del reinado del amor de Dios…