Swedish bishop Nathan Söderblom was the first member of the clergy to receive the Nobel Peace Prize. Born Lars Olof Jonathan Söderblom, on January 15, he graduated from Uppsala University in 1883 and was ordained a priest in the Church of Sweden (Lutheran) in 1893. He earned his doctorate in theology at the Sorbonne and taught theology at the University of Uppsala until his appointment as Archbishop of Uppsala in 1914.
During the First World War, Archbishop Söderblom called on Christian leaders to work for peace and justice. He believed that all Christian church communities were called to fight unhealthy nationalism, racism, militarism and the oppression of minorities. At the same time, he proposed that Jesus’ message of love disseminated from pulpits, in newspapers, and in schools to create a powerful body of Christian opinion across national borders in favor of peace.
He famously wrote in his work, The Content of Christian Faith:
“For me everything is absorbed by the one big question – the question of reconciliation and healing [restoration.] Do we see God’s way in the terrible chaos of this world; the way which for the human reason is a source of offense, but remains the only possible way? This way does not avoid the tragedy of human life but goes through the very middle of it.”
Archbishop Söderblom took great interest in the early liturgical renewal movement among Roman Catholics, Anglicans and Lutherans. He saw a profound connection between liturgical worship, personal prayer, and social justice. In 1925 he invited Anglican, Reformed, Lutheran, and Orthodox leaders to Stockholm and together they formed the Universal Christian Council on Life and Work. His ecumenical work led eventually to the formation of the World Council of Churches in 1948.
Söderblom’s advocacy for Church unity as a means toward to accomplishing world peace earned him the Nobel Peace Prize in 1930. After his death in Uppsala, Sweden, in 1931 his body was interred in Uppsala Cathedral. He is commemorated in the liturgical calendar of The Episcopal Church on July 12.
Collect for the Feast of Nathan Söderblom
Almighty God, we bless your Name for the life and work of Nathan Söderblom, Archbishop of Uppsala, who helped to inspire the modern liturgical revival and worked tirelessly for cooperation among Christians. Inspire us by his example, that we may ever strive for the renewal of your Church in life and worship, for the glory of your Name; who with Jesus Christ and the Holy Spirit lives and reigns, one God, for ever and ever. Amen.
11 de julio de 2021 – Pentecostés 7 (B)
Nathan Söderblom
El obispo sueco Nathan Söderblom fue el primer miembro de entre los clérigos en recibir el Premio Nobel de la Paz. Lars Olof Jonathan Söderblom, nació el 15 de enero, se graduó en la Universidad de Uppsala en el 1883 y fue ordenado sacerdote en la Iglesia de Suecia (luterana) en el 1893. Obtuvo su doctorado en teología en la Sorbona y enseñó teología en la Universidad de Uppsala hasta su nombramiento como arzobispo de Uppsala en el 1914.
Durante la Primera Guerra Mundial, el arzobispo Söderblom pidió a los líderes cristianos que trabajaran por la paz y la justicia. Creía que todas las comunidades de las iglesias cristianas estaban llamadas a luchar contra el malsano nacionalismo, el racismo, el militarismo y la opresión de las minorías. Al mismo tiempo, propuso que el mensaje de amor de Jesús se difundiera desde los púlpitos, en los periódicos y en las escuelas para crear un poderoso cuerpo de la opinión cristiana más allá de las fronteras nacionales en favor de la paz.
Es famoso lo que escribió en su obra, El contenido de la fe cristiana:
“Para mí todo se resume en la gran pregunta, la cuestión de la reconciliación y la curación [restauración] ¿Vemos el camino de Dios en el terrible caos de este mundo; el camino que para la razón humana es una fuente de ofensa, pero sigue siendo el único camino posible? Este camino no evita la tragedia de la vida humana, sino que pasa por el centro de la misma”.
El Arzobispo Söderblom tomó gran interés en el temprano movimiento de renovación litúrgica entre los católicos romanos, anglicanos y luteranos. Vio una profunda conexión entre el culto litúrgico, la oración personal, y la justicia social. En el 1925 invitó a los líderes anglicanos, reformados, luteranos y ortodoxos a Estocolmo y juntos formaron el Consejo Universal Cristiano sobre la Vida y el Trabajo. Su trabajo ecuménico condujo finalmente a la formación del Consejo Mundial de las Iglesias en el 1948.
La promoción de Söderblom por la unidad de la Iglesia como medio para llegar a la consecución de la paz mundial le valió el Premio Nobel de la Paz en el 1930. Después de su muerte en Uppsala, Suecia, en el 1931, su cuerpo fue enterrado en la catedral de Uppsala. Se le conmemora en el calendario litúrgico de la Iglesia Episcopal el 12 de julio.
Dios omnipotente, bendecimos tu nombre por la vida y la obra de Nathan Söderblom, arzobispo de Uppsala, que ayudó a inspirar el moderno renacimiento litúrgico y trabajó sin descanso por la cooperación entre los cristianos, inspíranos con su ejemplo, para que siempre podamos luchar por la renovación de la Iglesia en la vida y el en culto, para la gloria de tu nombre; que con Jesucristo y el Espíritu Santo vives y reinas, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.