Throughout the Scriptures, the people of God are called to worship.
As the Psalmist writes, “Make a joyful noise to the Lord, all the earth. Worship the Lord with gladness; come into his presence with singing. Know that the Lord is God. It is he that made us, and we are his; we are his people, and the sheep of his pasture. Enter his gates with thanksgiving, and his courts with praise. Give thanks to him, bless his name.” Just as God wants to enter into our lives and meet us where we are, so God desires for us to enter into God’s space together and be present there.
Worship is an important part of the Way of Love, the practice that followers of Jesus have traditionally followed. Worship brings us out of our own space to walk on sacred ground. Worship brings us out of our loneliness into communion with fellow worshippers, as we become one Body of Christ through the power of the Holy Spirit. Worship reminds us who we are, in light of the God who creates, saves, and sustains us.
In worship, we can bring all of our selves before God, as a kind of offering. We can bring our hopes, our dreams, our joys and sorrows, our thanks and our praise. We can boldly proclaim ourselves to be who we are, and give public voice to what we believe, without reservation.
By coming to the table together, we have the opportunity to break bread together, and in doing so, share a common experience to which all are welcome.
Gathering together challenges us to leave our loneliness behind, and risk relationship with God and with those on our journey who also gather to seek God’s presence. As we join in worship together, we are experiencing the presence and glory and beauty of showing up boldly before God and sharing in the communal life of the multitude of followers of Jesus who have gathered here before us.
And we are one body.
Are you ready to make a commitment to regularly gather to worship?
Learn more about the Way of Love at episcopalchurch.org/wayoflove. You can find suggestions on getting started and going deeper with Worshiping at iam.ec/ewol.
15 de septiembre de 2024 – Pentecostés 17 (B)
Explore el Camino del Amor: Adorar
A lo largo de las Escrituras, el pueblo de Dios es llamado a adorar.
Como escribe el Salmista: “Aclamen alegres al Señor, habitantes de toda la tierra; adoren al Señor con regocijo; preséntense ante él con cánticos de júbilo. Reconozcan que el Señor es Dios; él nos hizo y somos suyos. Somos su pueblo, ovejas de su prado. Entren por sus puertas con acción de gracias; vengan a sus atrios con himnos de alabanza; denle gracias, alaben su nombre”. Así como Dios quiere entrar en nuestras vidas y encontrarnos [en el sitio] donde estemos, así también Dios desea que entremos juntos en el espacio de Dios y que estemos presentes allí.
El culto es una parte importante del Camino del Amor, la práctica que los seguidores de Jesús han seguido tradicionalmente. El culto nos saca de nuestro propio espacio para caminar en suelo sagrado. El culto nos saca de nuestra soledad para ponernos en comunión con nuestros hermanos, según nos convertimos en el Cuerpo de Cristo mediante el poder del Espíritu Santo. El culto nos recuerda quienes somos, a la luz del Dios que nos crea, nos salva y nos sostiene.
En el culto, podemos llevar ante Dios todo de nosotros mismos, como una especie de ofrenda. Podemos llevar nuestras esperanzas, nuestros sueños, nuestras alegrías y pesares, nuestras gracias y nuestra alabanza. Podemos proclamarnos audazmente ser quienes somos, y dar voz pública a lo que creemos, sin reservas.
Al acudir juntos a la mesa, tenemos la oportunidad de partir juntos el pan, y al hacerlo, compartir una experiencia común a la cual todos son bienvenidos.
El reunirnos nos desafía a dejar atrás nuestra soledad, y arriesgarnos a [entablar] una relación con Dios y con aquellos que en nuestra trayectoria también se reúnen para buscar la presencia de Dios. Al reunirnos para adorar juntos, experimentamos la presencia y la gloria y la belleza de presentarnos audazmente ante Dios, y de participar en la vida comunitaria de la multitud de los seguidores de Jesús que se han reunido aquí antes que nosotros.
Y somos un solo cuerpo.
¿Están dispuestos a hacer el compromiso de reunirse regularmente a adorar?
Aprenda más sobre el Camino del Amor aquí: episcopalchurch.org/wayoflove. Empieza o profundiza con el compañero Manual de práctica para ADORAR: iam.ec/ewol.