Bulletin Insert: Epiphany 3 (B) – Meet Our Religious Communities: Founding Monastic Communities – January 24, 2021

I didn’t know that we have monastic communities in the Episcopal Church!

Monastic orders and Christian communities are sometimes called “the best kept secret in the Episcopal Church!” Yet, today we have 20 monastic communities, whose members live together, and 25 dispersed Christian communities.

When did this start?

In the mid-19th century, some Episcopalians began to hear a call to deeper connection with God, to deeper prayer, and to community life. The first to heed this call was Anne Ayers, who founded the Sisterhood of the Holy Communion under the guidance of the Rev. Dr. William Augustus Muhlenberg in New York City in 1852. Several women joined her and they engaged in active ministry especially serving the poor, teaching, and in health care.

These women lived together and took “promises” for three years at a time, but did not take life vows, although it was Ayres’ desire that this work be an “association for life.”

One of these sisters, Harriet Starr Cannon, went on to found the Community of Saint Mary in 1865. Mother Harriet’s dream was “complete and unconditional surrender to our Lord” and for a life of prayer, discipline, and worship. The first ministries of CSM included the House of Mercy for “fallen women” and a home for destitute children. Initially, the existence of the community was known only to a few friends.

Why was CSM kept a secret?

In the late 19th century, anti-Roman Catholic sentiments were strong. The sisters started to attract unwanted attention and were called “Romanists in disguise.” Fictional accounts were published of horrors perpetrated in Roman Catholic convents and these stories were thought by many to be true. 

The CSM sisters tried to keep a low profile and were still subject to criticism and scrutiny. Public sentiment changed dramatically when several CSM sisters went to Memphis in 1878 to minister to the sick during the yellow fever outbreak. Most of them died, and they are now commemorated in The Episcopal Church calendar on September 9th as the Martyrs of Memphis.

Why is religious life in The Episcopal Church still a “best kept secret”?

Despite the positive publicity surrounding the Martyrs of Memphis, religious communities have remained somewhat hidden in The Episcopal Church, often known only in the neighborhoods where they live and serve.

In the 20th and into the 21st centuries, religious communities are ministering in social services, education, health care, prisons, and throughout the Church. They provide prayerful presences, places of retreat, spiritual friendship, and examples of spiritual dedication in community.

For more information, see www.caroa.net and www.naecc.net.

Epifanía 3 (B): Conozca nuestras comunidades religiosas: la fundación de las comunidades monásticas – 24 de enero de 2021

¡No sabía que tenemos comunidades monásticas en la Iglesia Episcopal!

Las órdenes monásticas y las comunidades cristianas a veces se denominan “¡el secreto mejor guardado de la Iglesia Episcopal!” Sin embargo, hoy tenemos 20 comunidades monásticas, cuyos miembros conviven, y 25 comunidades cristianas dispersas.

¿Cuándo empezó esto?

A mediados del siglo XIX, algunos episcopales comenzaron a escuchar un llamado a una conexión más profunda con Dios, a una oración más profunda y a una vida comunitaria. La primera en prestar atención a este llamado fue Anne Ayers, quien fundó la Hermandad de la Sagrada Comunión, bajo la guía del Rvdo. Dr. William Augustus Muhlenberg en la ciudad de  Nueva York en 1852. Varias mujeres se unieron a ella y participaron en un ministerio activo, especialmente sirviendo a los pobres, enseñando y en atención sanitaria.

Estas mujeres vivieron juntas e hicieron “promesas” durante tres años seguidos, pero no hicieron votos de por vida, aunque Ayres deseaba que este trabajo fuera una “asociación de por vida”.

Una de estas hermanas, Harriet Starr Cannon, fundó la Comunidad de Santa María en 1865. El sueño de la Madre Harriet era “la entrega total e incondicional a nuestro Señor” y una vida de oración, disciplina y adoración. Los primeros ministerios de CSM incluyeron la Casa de la Misericordia para las “mujeres caídas en la prostitución” y un hogar para niños desamparados. Inicialmente, la existencia de la comunidad era conocida solo por unos pocos amigos. .

¿Por qué se mantuvo CSM en secreto?

A finales del siglo XIX, los sentimientos anti-católicos romanos eran fuertes. Las hermanas atrajeron la atención no deseada y se les llamó “romanistas disfrazadas”. Se publicaron relatos ficticios de los horrores perpetrados en los conventos católicos romanos y muchos pensaron que estas historias eran ciertas.

Las hermanas CSM intentaron mantener un perfil humilde y todavía estaban sujetas a críticas y escrutinio. El sentimiento público cambió drásticamente cuando varias hermanas de CSM fueron a Memphis en 1878 para atender a los enfermos durante el brote de la fiebre amarilla. La mayoría de ellas murieron, y ahora se las conmemora en el calendario de la Iglesia Episcopal el 9 de septiembre como las Mártires de Memphis.

¿Por qué la vida religiosa en la Iglesia Episcopal sigue siendo un “secreto mejor guardado”?

A pesar de la publicidad positiva que rodea a las Mártires de Memphis, las comunidades religiosas han permanecido algo ocultas en la Iglesia Episcopal, a menudo conocidas solo en los vecindarios donde viven y sirven.

En el siglo XX y en el XXI, las comunidades religiosas están ministrando en los servicios sociales, la educación, la atención médica, las prisiones y en toda la Iglesia. Proporcionan presencias de oración, lugares de retiro, amistad espiritual y ejemplos de dedicación espiritual en comunidad.

Para obtener más información, visite www.caroa.net y www.naecc.net.

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