Today we mark Pentecost, the coming of the Holy Spirit among the apostles and followers of Jesus. Celebrated 50 days after Easter (including the day of Easter itself), the name of the holiday comes from the Greek Pentēkostē, which literally means “the 50th day.”
The events of the day are foretold by Jesus in the first chapter of the Acts of the Apostles, just before his Ascension. While his followers were with the risen Christ, he tells them, “John baptized with water, but you will be baptized with the Holy Spirit not many days from now” (Acts 1:5, NRSV). He goes on to say to them, “You will receive power when the Holy Spirit has come upon you; and you will be my witnesses in Jerusalem, in all Judea and Samaria, and to the ends of the earth” (Acts 1:8).
The followers would not wait long for the promised Spirit. The author of Acts, traditionally believed to be Luke, recounts:
“When the day of Pentecost had come, they were all together in one place. And suddenly from heaven there came a sound like the rush of a violent wind, and it filled the entire house where they were sitting. Divided tongues, as of fire, appeared among them, and a tongue rested on each of them. All of them were filled with the Holy Spirit and began to speak in other languages, as the Spirit gave them ability. Now there were devout Jews from every nation under heaven living in Jerusalem. And at this sound the crowd gathered and was bewildered, because each one heard them speaking in the native language of each” (Acts 2:1-6).
We celebrate Pentecost as the inauguration of the Church’s mission in the world. Empowered by the gift of the Holy Spirit, we are to go out into our neighborhoods and the wider world—to Jerusalem, to Judea and Samaria, and to the ends of the earth—witnessing to the risen Christ.
The Day of Pentecost is identified by the Book of Common Prayer as one of the feast days “especially appropriate” for baptism (Book of Common Prayer, p. 312). Because of this, Pentecost is also known as “Whitsun” or “Whitsunday” (“White Sunday”), a term used to describe the white baptismal garments worn by those who were baptized at the Vigil of Pentecost and then worn to church on the Day of Pentecost.
Collect for Pentecost
Almighty God, on this day you opened the way of eternal life to every race and nation by the promised gift of your Holy Spirit: Shed abroad this gift throughout the world by the preaching of the Gospel, that it may reach to the ends of the earth; through Jesus Christ our Lord, who lives and reigns with you, in the unity of the Holy Spirit, one God, for ever and ever. Amen (Book of Common Prayer, p. 227).
23 de mayo de 2021 – Día de Pentecostés (B)
Pentecostés
Hoy destacamos a Pentecostés, la venida del Espíritu Santo entre los apóstoles y seguidores de Jesús. Celebrado 50 días después de la Pascua (incluyendo el mismo día de la Pascua), el nombre de la fiesta proviene del griego Pentēkostē, que literalmente significa “el día 50”.
Los acontecimientos del día quedan predichos por Jesús en el primer capítulo de los Hechos de los Apóstoles, justo antes de su Ascensión. Mientras que sus seguidores estaban con Cristo resucitado, él les dice: “Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados dentro de poco con el Espíritu Santo” (Hechos 1: 5). Y continúa diciendo: “Recibirán la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes; y serán testigos míos en Jerusalén, Judea y Samaría y hasta el confín del mundo”(Hechos 1: 8).
Los seguidores no esperarían durante mucho tiempo la promesa del Espíritu. El autor de los Hechos, que
tradicionalmente se cree que es Lucas, relata:
“Cuando llegó el Día de Pentecostés, estaban todos reunidos. De repente vino del cielo un ruido, como de viento huracanado, que llenó toda la casa donde se alojaban. Aparecieron lenguas como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de ellos. Se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en lenguas extranjeras, según el Espíritu les permitía expresarse. Residían entonces en Jerusalén judíos piadosos, venidos de todos los países del mundo. Al oírse el ruido, se reunió una multitud, y estaban asombrados porque cada uno oía a los apóstoles hablando en su propio idioma” (Hechos 2:1-6).
Celebramos Pentecostés como la inauguración de la misión de la Iglesia en el mundo. Facultados por el don del Espíritu Santo, vamos a salir a nuestros vecindarios y al mundo entero a Jerusalén, a Judea, a Samaria y hasta los confines de la tierra, dando testimonio de Cristo resucitado. El Día de Pentecostés es señalado por el Libro de Oración Común como uno de los días de fiesta, “especialmente apropiados para el bautismo” (Libro de Oración Común, p. 233). Debido a esto, Pentecostés es también conocido como
“Whitsun” o “Whitsunday” (“Domingo Blanco”), un término usado para describir las prendas bautismales blancas utilizadas por los que fueron bautizados en la Vigilia de Pentecostés y luego yendo vestidos de blanco a la iglesia en el Día de Pentecostés.
Colecta de Pentecostés
Dios omnipotente, en este día que abriste el camino de la vida eterna a toda raza y nación por el don prometido del Espíritu Santo: Esparce este don sobre todo el mundo por la predicación del Evangelio, para que llegue a los confines de la tierra; por Jesucristo nuestro Señor, que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén (Libro de Oración Común, Pág. 143).