Episcopal Church General Convention approves reunion of Texas dioceses
On its final day in Baltimore, the 80th General Convention of The Episcopal Church approved the reunification of the Episcopal Church in North Texas with the Episcopal Diocese of Texas.
The House of Bishops and House of Deputies both voted unanimously to approve Resolution D050, formalizing the reunion of the Fort Worth-based North Texas diocese with the Diocese of Texas, one of the largest in The Episcopal Church.
Approval in the House of Deputies on July 9 followed moving testimony by North Texas Deputy Katie Sherrod and Texas Deputy Christine Faulstich and applause for all Texas deputies, who were called to the front by House of Deputies President Gay Clark Jennings.
The House of Bishops voted its approval on July 11, marking the occasion with a standing ovation.
The reunification comes after a long period of litigation following a 2008 schism involving the Episcopal Diocese of Fort Worth, during which a majority of clergy and lay leaders voted to leave The Episcopal Church over disagreements about the ordination of women and LGBTQ+ people.
The diocese lost its name in the process, becoming instead the Episcopal Church in North Texas, and the remaining 14 congregations with fewer than 4,000 members sought new places to worship even while continuing to serve their communities through outreach and ministries.
“We rejoice with the good people of both dioceses at this reunion, even while we acknowledge the painful history of the past years for our friends in North Texas,” Episcopal Church Presiding Bishop Michael Curry said. “I look forward to what will be accomplished in service to Jesus of Nazareth as the resilient North Texans rejoin the Texas diocese.”
In a joint statement issued in the spring, Bishop Andrew Doyle of the Diocese of Texas and Bishop Scott Mayer, provisional bishop of the North Texas diocese, announced a reunification exploration process that was voted on by both dioceses in June.
The General Convention action marks the final part of the process to make the reunification official.
“Today is a great day in the Episcopal Diocese of Texas; and now the work we have been called to do begins, and that is for us to reunite and do what God expects us to do,” Doyle said. “What an opportunity for us to engage our people in a much bigger, deeper way. We will become even more involved in sharing the Good News with so many more people, helping our neighbors, reaching the unchurched, and so much more. We know that we are better and stronger together and we are so excited.”
Mayer remarked, “Today marks a new beginning for the resilient, faithful people of North Texas. They already have been and are carrying out the work of bringing the Good News of our loving, liberating God to this rapidly growing part of our country. We rejoice at this reunion with Texas, which brings new resources and new energies to our mutual work.”
The Episcopal Church in North Texas was born out of the Episcopal Diocese of Texas in 1849, becoming part of the Missionary District of Northern Texas in 1874, then part of the new Diocese of Dallas in 1895, before becoming the Episcopal Diocese of Fort Worth in 1982.
Prior to the July 11 vote, the Episcopal Diocese of Texas had 167 congregations and 72,000 members.
La Convención General de la Iglesia Episcopal aprueba la reunión de las diócesis de Texas
En su último día en Baltimore, la 80ª Convención General de la Iglesia Episcopal aprobó la reunificación de la Iglesia Episcopal en el Norte de Texas con la Diócesis Episcopal de Texas.
La Cámara de Obispos y la Cámara de Diputados votaron unánimemente para aprobar la Resolución D050, formalizando así la reunión de la diócesis del Norte de Texas con sede en Fort Worth con la Diócesis de Texas, una de las más grandes de la Iglesia Episcopal.
La aprobación en la Cámara de Diputados el 9 de julio siguió al conmovedor testimonio de la Diputada del Norte de Texas Katie Sherrod y la Diputada de Texas Christine Faulstich y ovaciona a todos los diputados de Texas, quienes fueron llamados al frente por la Presidenta de la Cámara de Diputados Gay Clark Jennings.
La Cámara de Obispos votó su aprobación el 11 de julio, marcando la ocasión con una ovación de pie.
La reunificación se produce después de un largo período de litigio después de un cisma de 2008 que involucra a la Diócesis Episcopal de Fort Worth, durante el cual la mayoría de los clérigos y líderes laicos votaron a favor de abandonar la Iglesia Episcopal por desacuerdos sobre la ordenación de mujeres y personas LGBTQ+.
La diócesis perdió su nombre en el proceso, convirtiéndose en la Iglesia Episcopal en el Norte de Texas, y las 14 congregaciones restantes con menos de 4.000 miembros buscaron nuevos lugares para alabar, incluso al tiempo que continuaban atendiendo a sus comunidades a través de programas de extensión y ministerios.
“Nos regocijamos con la buena gente de ambas diócesis en esta reunión, aun cuando reconocemos la dolorosa historia de los últimos años para nuestros amigos en el Norte de Texas”, dijo el Obispo Primado de la Iglesia Episcopal, Michael Curry. “Espero con mucha expectativa lo que se logrará en el servicio a Jesús de Nazaret en la medida en que los resilientes tejanos del Norte se reincorporen a la diócesis de Texas”.
En una declaración conjunta emitida en la primavera, el Obispo Andrew Doyle de la Diócesis de Texas y el Obispo Scott Mayer, obispo provisional de la Diócesis del Norte de Texas, anunciaron un proceso de exploración de reunificación que fue votado por ambas diócesis en junio.
La acción de la Convención General constituye la parte final del proceso de oficialización de la reunificación.
“Hoy es un gran día en la Diócesis Episcopal de Texas; y ahora comienza el trabajo que hemos sido llamados a hacer, y es que nos reunamos y hagamos lo que Dios espera que hagamos”, comentó Doyle. “Qué oportunidad para que integremos a nuestro personal de una manera mucho más grande y profunda. Nos involucraremos aún más en compartir la Buena Nueva con mucha más gente, ayudando a nuestros vecinos, llegando a los que no pertenecen a ninguna iglesia y mucho más. Sabemos que somos mejores y más fuertes juntos y estamos muy entusiasmados”.
Mayer comentó: “Hoy marca un nuevo comienzo para la gente resiliente y fiel del Norte de Texas. Ellos ya han estado y aún están llevando a cabo el trabajo de traer la Buena Nueva de nuestro Dios amoroso y liberador a esta parte de nuestro país que crece rápidamente. Nos alegramos de esta reunión con Texas, que une nuevos recursos y nuevas energías a nuestro trabajo mutuo”.
La Iglesia Episcopal en el Norte de Texas nació de la Diócesis Episcopal de Texas en 1849, convirtiéndose en parte del Distrito Misionero del Norte de Texas en 1874, y posteriormente en parte de la nueva Diócesis de Dallas en 1895, antes de convertirse en la Diócesis Episcopal de Fort Worth en 1982.
Antes de la votación del 11 de julio, la Diócesis Episcopal de Texas tenía 167 congregaciones y 72.000 miembros.